Cuando vas a los tacos y pides tu orden, el mesero te pregunta “¿con todo?”. Si respondes “sin cilantro” puedes ser del 4 a 14% de la población que tiene una configuración genética anti cilantro.
No es que seas muy exigente o quisquilloso con tu comida, sino que para ti, el cilantro tiene un sabor peculiar gracias a tu genética. Este grupo de personas tienen el gen OR6A2 que detecta el sabor de los aldehídos —que compone 82% del aceite en las hojas de cilantro—. Este compuesto orgánico también está presente en jabones, pinturas y perfumes.
Por lo tanto, quienes tienen este gen, detectan el químico al masticar cilantro y lo relacionan con los productos de belleza o higiene. A estas personas les parece insoportable y no entienden cómo los demás pueden comerlo en tantos alimentos como salsas, ensaladas y cocteles.
El canal de YouTube SciShow, realizó un video donde explica esta mutación.
Entonces, ¿te gusta el cilantro?
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