Ciencia

Científicos crean pollos reales con patas de dinosaurio

Patitas de pollfosaurio

Hace 66 millones de años, la era de los dinosaurios llegó a su fin a causa de un gigantesco asteroide. No todos los dinosaurios se extinguieron, muchos de los que sobrevivieron son los que hoy conocemos como aves.

Los científicos han tratado de descubrir cómo fue el proceso y que cambios anatómicos sufrieron para que los dinosaurios se convirtieran en las aves que conocemos hoy en día. Para lograr esto, los investigadores experimentaron con un poco de evolución a la inversa, haciendo crecer piernas de dinosaurio en embriones de gallina y publicaron sus hallazgos en el diario Evolution.

Pero esta no es la primera vez que la ciencia ha experimentado con gallinas y dinosaurios. En 2015, un estudio demostró que los embriones de gallina que habían sido genéticamente modificados podrían crecer un hocico como de dinosaurio. En el mismo año, otro grupo de científicos llevó a cabo un experimento en el cual lograron hacer que los embriones de gallina desarrollaran pies de dinosaurio. Un año antes, otro estudio de menos presupuesto demostró que al colocar pesas en lugares estratégicos a las gallinas, podían hacerlas caminar como Tiranosaurios Rex.

Las aves que conocemos hoy en día, son descendientes de una familia de dinosaurios emplumados conocidos como celurosaurios, que incluye a los Deinonychus, los tiranosaurios y los velociraptors entre otros.

Este nuevo estudio se enfoca principalmente en el hueso de la pierna de este tipo de dinosaurios, ya que el ejemplo más famoso de la transición de estas criaturas a las aves modernas es un hueso en forma de tubo llamado fíbula, que llega hasta el tobillo de los dinosaurios.

La fíbula de las aves modernas no llega hasta el tobillo, sino que toma forma de espina conforme el ave crece. La genética de las gallinas modernas hace crecer un hueso del pie llamado calcáneo, evitando así que la fíbula llegue hasta el tobillo.

Para poder descifrar porque se dió este cambio, el equipo de investigadores de la universidad de Chile modificó uno de los genes (IHH) de las gallinas y notaron que cuando el gen IHH se encontraba inactivo, otro gen llamado PthrP tomaba su lugar haciendo que la fíbula llegará hasta el tobillo como lo hacía con sus ancestros, los Archaeopteryx.

Tristemente a las gallina-dinosaurio no se les permitió salir del cascarón, para evitar que estas criaturas crecieran para fines comerciales o que no estuvieran enfocados al descubrimiento científico.

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