A principios de este año, el director de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jan Woerner, declaró que tenía la intención de hacer una aldea lunar que funcionara como base para cualquier país, que aceptara más visitantes espaciales y que fuera el primer paso para llegar a la Luna. En ese momento, fue criticado y la idea parecía muy alocada, sin embargo ahora, un par de meses después, su plan empieza a tomar forma.
La aldea lunar será sucesora de la Estación Espacial Internacional y servirá para aprovechar los recursos de la Luna como metales, minerales y agua helada que se ha encontrado en los polos y algunas partes visibles. Sin embargo, no es tarea que un país pueda lograr solo, por lo que Woerner ha abierto la convocatoria a cualquier país que se quiera unir al proyecto y aprovechar las ventajas del mismo.
Si queremos tener una aldea permanente en la Luna, tendremos que unir la mejor tecnología porque las condiciones lunares son un gran reto. Para empezar, se debe encontrar la manera de combatir la radiación solar y cósmica, evitar el choque de micrometeoritos y aguantar las temperaturas extremas —el frío puede ser de -173 grados Celsius—.
El equipo de Woerner ya empieza a buscar opciones para alcanzar su meta. El científico irlandés Aidan Cowley propuso usar polvo lunar como material de construcción que proteja a los astronautas de la aldea.
“Nuestro concepto es que un vehículo robot aterrice en la superficie de la luna e infle una especie de cúpula hinchable que sirva de base para construir la capa protectora que resguardará a los astronautas en su interior sin peligro”, explica Cowley.
O sea, una nave llevará una cúpula inflable que será cubierta con muchas capas de polvo lunar que será usado en impresoras 3D. Este proceso de construcción tardaría 3 meses en concluir una estructura, según la ESA. Muchos siguen mirando con escepticismo a Woerner y todo el equipo que trabaja en desarrollar la aldea. Sólo nos queda esperar a ver si existe la tecnología y recursos para cumplir su meta en 20 años como ellos esperan.
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