Si hoy quisieras dejarlo todo y tomar un cohete a Marte, tardarías aproximadamente 5 meses en llegar —si un viaje de 12 horas te desespera, imagina uno que tarda meses—. Afortunadamente, Phillip Lubin, científico de la NASA, está desarrollando tecnología para reducir el tiempo de traslado a Marte a sólo días.
Lubin, apoyado por un grupo de físicos de la Universidad de California, quiere usar la propulsión fotónica como motor para las naves espaciales. Esta técnica sólo necesita un grupo de láseres cuya luz produzca el empuje necesario para mover naves, a diferencia de los motores actuales que necesitan combustible (muy pesado y estorboso).
El sistema puede propulsar naves a muy alta velocidad mediante el impulso de fotones. La ausencia del peso de combustible permite que la aceleración dure más tiempo y que la velocidad aumente hasta poder llevar una nave de 100 kilos a Marte en 3 días.
Para lograrlo, el equipo de Lubin desarrolla esta tecnología como parte del programa Directed Energy Interstellar Precursor (Deep-In) que busca crear sondas capaces de alcanzar velocidades relativistas —fracciones de la velocidad de la luz— para viajar a otras estrellas. Lubin explica que su sistema ocupa la misma energía que el Space Launch System —transbordador de la NASA en fase de desarrollo— para alcanzar 25% la velocidad de la luz.
La tecnología no es nueva, ya que los físicos aseguran alcanzar velocidades relativistas todo el tiempo —en su laboratorio—. El problema ha sido aplicar esa rapidez a vehículos grandes. Sin embargo, el físico a cargo del proyecto garantiza que la tecnología es escalable y que se podrá usar en grandes naves espaciales, pero no con pasajeros a bordo.
"Los seres humanos son extremadamente frágiles y requieren mucho apoyo. Las misiones robóticas son mucho más adecuadas para la exploración interestelar en el futuro", explica P. Lubin.
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