Cuando pensamos en la realidad virtual, con frecuencia nos imaginamos los headsets más complejos y la experiencia de inmersión más impresionante del mundo, casi salida de la ciencia ficción. Lo que no reconocemos aún es que la mayoría de nosotros no le entraremos al VR a través de Oculus Rift o el HTC Vibe, sino con un Cardboard de Google.
Sus gráficos son considerablemente inferiores y la inmersión no es tan sofisticada, pero tiene ventajas serias frente a su competencia:
En primer lugar, un Google Cardboard es impresionantemente barato. Por $10 o $20 dólares puedes experimentar la realidad virtual en tu hogar, en lugar de tener que desembolsar varios cientos de dólares para el visor y otro tanto más para conseguir una PC con buenos specs.
En segundo lugar, es muy práctico de usar pues ya cuentas con la pantalla —de tu teléfono—. Y para usarlo simplemente lo colocas en el dispositivo.
Finalmente y, sin duda, algo en lo que llevan la delantera, es en el contenido. Mientras que Google Cardboard ya tiene más de 1000 aplicaciones en la Play Store, los headsets más complejos ni siquiera le hacen competencia, pues hay muy pocas experiencias disponibles —en Steam o de manera independiente—.
Si habías desestimado a Google Cardboard por no ser vistoso y elegante, quizás con esto le des la oportunidad que se merece y te unas a las 5 millones de personas que ya tienen uno. Todavía falta mucho tiempo para que veamos hacia dónde se mueve la realidad virtual, pero al menos queda la certeza de que no será un nicho, pues Google y Facebook quieren hacerla popular y disponible para toda la gente.
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