Se ha hablado mucho sobre las posibles tragedias que sucederían si los glaciares se derriten por completo: el aumento del nivel del mar ahogaría muchas ciudades, la pérdida de fauna, inundaciones y sequías extremas y calentamiento global, entre otros factores. Pero nadie había mencionado una posibilidad aterradora: el cambio en la rotación de la Tierra.
Según Jerry X. Mitrovica, líder del estudio de geofísica de la Universidad de Harvard, al derretirse los cascos polares, la Tierra perderá ese peso, causando que rebote hacia arriba. Esto haría que los polos fueran menos planos, y que el planeta fuese más redondo. En principio esto no parece ser muy relevante, pero el investigador considera que esto movería el eje de rotación de la Tierra, haciendo que gire más rápido.
Si bien investigaciones previas no encontraron evidencia del cambio de eje de la Tierra a causa de la pérdida de glaciares, Mitrovica considera que esto se debe a que los investigadores anteriores predijeron un derretimiento mayor al obtenido y sus cálculos matemáticos dependían de un modelo erróneo de la estructura interna de la Tierra.
Al arreglar estos datos, Mitrovica pudo comprobar que, de hecho, el cambio climático causado por los humanos, tiene repercusión directa en el comportamiento de la Tierra. En palabras de Mitrovica: "el cambio climático inducido por el humano es tan importante para la sociedad que la responsabilidad de los científicos de tener la información correcta."
Y, ¿qué pasaría si la Tierra cambia su velocidad de rotación? En primer lugar, cambiaría la cantidad de horas de luz que recibe cada hemisferio del planeta y como consecuencia, habría gran inestabilidad en sectores como la producción agrícola y pesquera. Nuestros cuerpos también sufrirían el cambio de la duración del día y la noche, pues nuestros días durarían mucho menos. Si bien todo esto es una teoría, los investigadores quieren que pensemos seriamente en las consecuencias del calentamiento global, causado por nuestro estilo de vida.
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