Los hipsters, igual que muchas tribus urbanas, no están entre los favoritos de la sociedad, pero estas imágenes demuestran que son una fuerza de cambio muy positiva ―sí, ya sé, muy a su modo―.
En el extremo oeste de Long Island, los hipsters han marcado las calles de manera sorprendente, pues lo que eran lotes baldíos y locales abandonados, se convirtieron en tiendas que venden todo tipo de cosas de las cuales los hipsters son fans: comida orgánica, música "alternativa', lugares para tomar café o cerveza artesanal ―obvio―, escuchar música cero mainstream y todas esas cosas que forman parte del estilo de vida de esta popular tribu urbana.
La fotógrafa Kristy Chatelain tuvo la oportunidad de iniciar un proyecto fotográfico en el distrito de Brooklyn, pero cuando daba paseos y retrataba puertas y texturas comenzó a notar grandes cambios con el paso de los años, así que decidió evolucionar su proyecto para mostrar imágenes de antes y después. Los resultados son impresionantes.
A pesar de todo... ¡cuánta razón hay en esta imagen!
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