El pasado 25 de junio, los taxistas franceses recurrieron a la fuerza bruta para mostrar sus inconformidad por la presencia de Uber en el país galo. El resultado de la violenta protesta ha sido positivo para los taxistas y un golpe fuerte en contra de la startup que ofrece servicio de transporte de calidad para los usuarios. Ayer los 2 directivos más importantes de Uber Francia, el presidente ejecutivo, Thibaut Simphal, y el director general para Europa, Pierre-Dimitri Gore-Cotyirán, fueron detenidos por las autoridades de París y su juicio ya tiene fecha.
Reuters reporta que los responsables europeos de Uber deben presentarse ante la corte europea el 30 de septiembre y que los cargos que se les imputan son:
- La operación de servicio de taxi ilegal.
- Tratar con datos personales de los usuarios.
La investigación se centra en el servicio UberPop, ya que está fuera del marco legal francés. Y es que las leyes de ese país son claras: los taxis o medios de transporte privado no pueden ser operados por gente sin calificación profesional ni que carezcan de certificación oficial. Lo cierto es que los franceses no se andan con cuentos, pues la ley está bien aplicada, así que el departamento legal de Uber falló al analizar la legislación. Quizás un ajuste y apego a la ley hubieran marcado la diferencia.
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