El director de Google, Larry Page, está orgulloso de Android y no escatima en alabanzas, pues dice que se trata de una plataforma sumamente flexible, capaz de adaptarse a las más diversas condiciones. Bajo ese argumento, su compañía tuvo a bien usar el sistema operativo móvil para potenciar Google Glass y así, proveer mayor afinidad con teléfonos y tablets.
Pese al bombardeo informático en torno a estas gafas de realidad aumentada, quedan muchos detalles por revelarse, de hecho apenas se mostraron de manera muy resumida las especificaciones técnicas. El directivo de Google presume que es sólo el principio, “lo mejor está por venir”.
Ahora bien, es importante reconocer que la decisión de usar Android como base de Glass tiene un evidente enfoque a establecer máxima conectividad con dispositivos que usen el mismo OS. Es probable que Windows Phone o iOS sean compatibles pero ciertos servicios de Google podrían ser exclusivos.
Por otra parte, Page dice que los programadores no tendrán problema para adaptarse a esta nueva versión de Android, pues funciona bajo una interfaz de desarrollo familiar. “La nueva API, Mirror, explota otras virtudes de programación como JavaScript y HTML5, así que no se trata sólo de exportar, sino de crear aplicaciones completamente nuevas, específicas para Glass”.
De acuerdo con este prominente directivo de Google, Glass no participará de la fragmentación de Android, en todo caso la compensará. Pero además, Page atiende a defender el sistema operativo, argumentando que al margen de la diversidad de experiencias, hay mucha innovación en el uso de la interfaz. “La plataforma se está moviendo a una velocidad impresionante. La diseñamos para eso. Desde un enfoque negativo, la fragmentación entorpece el progreso para algunos desarrolladores, bajo una mirada positiva, esa flexibilidad está beneficiando a todos los usuarios”.
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