Antes de que Apple añadiera sin preguntar en la cuenta de iTunes de los usuarios, el último disco de U2, la compañía estuvo eliminado canciones provenientes de servicios rivales.
Imagina que compraste en Amazon en 2002 el álbum de Coldplay A Rush of Blood to the Head, lo insertas en tu librería de iTunes y en el momento de sincronizar tu iPod, recibes un mensaje de error que dice que necesitas restaurar tu dispositivo. Según The Wall Street Journal, después de restaurar el dispositivo toda la música que no compraste en iTunes desaparece.
Apple programó el software para que no informe a los usuarios sobre sus canciones perdidas, pues según el director de seguridad, Augustin Farrugia, la compañía no necesita dar a los usuarios tanta información porque no quiere confundirlos.
Actualmente, Apple respeta los libros y aplicaciones obtenidos por terceros, pero todo parece indicar que, en lo que respecta a la música, la compañía enfrentará cargos de $350 MDD, los cuales podrían triplicarse bajo las leyes antimonopolio.
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