Si bien la serie X100 no fue el primer concepto de cámara compacta que usó un sensor de gran tamaño, revolucionó el mercado de la fotografía semiprofesional al combinar una apariencia clásica, óptica muy avanzada y funciones que sacaron provecho de la poderosa tecnología de imagen. Por supuesto, acutalmente la competencia es mucho más reñida y para mantener vigente su propuesta, Fuji la renovó con varias características adicionales y un sistema de enfoque manual más fácil de usar.
La primera novedad de la Fuji X100T es que imita el sistema telemétrico de las cámaras mecánicas para asistir el enfoque, al mostrar una línea guía que sirve como referencia para informar si la foto está en el mejor punto de foco. Este método promete ser aún más eficiente que el patrón cebra y tendrá mayor precisión, incluso si la escena tiene mucha profundidad. En complemento a dicho mecanismo, Fuji recurrió a una característica de corrección en tiempo real para los objetos que están muy cercanos a la lente y que así, siempre estén bien enfocados. La compensación resuelve un problema que existe desde hace muchos años en las cámaras con visor electrónico, pues la imagen desplegada en pantalla no es exactamente la misma que capturará el sensor.
También hay cambios en los controles. A diferencia de sus antecesores que no permitían hacer paradas medias al ajustar el anillo de apertura, la X100T incluye valores intermedios cada tercio. Además, Fuji agregó 7 botones para funciones programables, los cuales se suman a las roscas de ajuste manual. Y aunque el visor híbrido debería ser suficiente para trabajar la escena, esta cámara compacta cuenta con una pantalla LCD de 3", con resolución 1,040,000 puntos. En cuanto a desempeño fotográfico, el equipo tiene una lente con apertura f/2.0 y equivalencia de 35mm, sensor APS-C, obturador con velocidad 1/32,000 de segundo y procesador X-Trans II.
La Fujifilm X100T estará disponible en colores negro y plateado a mediados de noviembre próximo, por $1300 USD.
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