Hace poco más de 2.5 años, el Rosetta fue puesto en estado de hibernación a la mitad de su viaje de 10 años hacia el cometa Churyumov-Gerasimenko. Los operadores tomaron esa decisión porque la nave espacial se había alejado lo suficiente del Sol como para aprovechar su energía.
Mañana 20 de enero, a las 10:00 AM (tiempo medio de Greenwich, 4:00 AM tiempo del centro de México GMT-6), cuando el Rosetta esté cerca del Sol otra vez, su computadora ejecutará una serie de acciones que arrancarán sus sistemas de nuevo, comenzando con los sensores que le permiten posicionar al cometa. Posteriormente, sus propulsores harán ignición y sus celdas solares se reorientarán para captar los rayos del Sol apropiadamente.
Por último, los rastreadores de la nave se encenderán, de manera que podrá comunicarse con la Tierra por primera vez en mucho tiempo. El Rosetta se encuentra a millones de millas de nuestro planeta, por lo que sus mensajes llegarán a los cuarteles de la NASA en Goldstone, California, con una diferencia de 45 minutos.
“Si la alarma falla y el Rosetta no despierta por sí mismo, estaremos en problemas. Ese día, estaremos esperando en la sala de control, ansiosos por escuchar una señal del Rosetta. Sin embargo, tomará varias horas a la nave completar sus procedimientos de arranque antes de transmitir un mensaje a la Tierra que nos permita saber que está viva y bien. Será un día de nervios”, señaló Mark McCaughrean, consultor de la NASA.
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