El término tensegridad proviene del inglés tensegrity, el cual se forma de la contracción de 2 palabras: tensional e integrity. Este es un principio estructural basado en el empleo de barras que no se tocan entre sí, pero que se mantienen unidas por medio de cables que delimitan la estructura y proporcionan estabilidad. Para entenderlo más fácilmente, en los años 80 se comercializó un juguete hecho con base en tensegridad pura, llamado Skwish.
A pesar de basarse en el mismo principio, el nuevo Super Ball Bot no es ningún juguete. En lugar de utilizar un paracaídas supersónico y propulsores para aterrizar en Marte, como lo hiciera Curiosity, la Agencia Espacial quiere que su próximo robot amortigüe el impacto y rebote, además de continuar su desplazamiento por la superficie del planeta de la misma manera.
Mientras los científicos tratan de demostrar que el concepto puede funcionar, así como de controlar la dirección de los movimientos, ya han hecho pruebas con un huevo que dejaron caer de una altura de 10 metros sin que sufriera daño alguno. La meta es lograr que el Super Ball Bot aterrice de esta manera en la superficie de la luna más grande de Saturno, Titán.
Esta es una forma ingeniosa de atacar un problema; si obtiene los resultados deseados, será uno de los avances más importantes y peculiares de la ciencia espacial. Esperemos que así sea.
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