Cada nueva información referente a Bitcoin es tema de controversia y no es para menos, además de tener un origen enigmático, ofrece alternativas viables para el sistema financiero, si bien antes debe librarse de algunas complicaciones que impiden su uso en la economía formal. Así, en un capítulo más de su ajetreada trayectoria, la moneda virtual está bajo revisión de varias agencias gubernamentales de Estados Unidos que consideran imponer un esquema de reglas e introducirla, de manera definitiva, en el mercado de divisas.
Para seguir la tendencia de meses recientes, el valor de Bitcoin sigue fluctuando salvajemente, pero durante el tercer fin de semana de noviembre su precio se disparó hasta $600 USD, imponiendo un nuevo récord. Según analistas financieros, esto se debe a que en China comienza a utilizarse cada vez más, como una forma de escapar de las severas restricciones locales. Al margen de las razones, es un hecho que la popularidad de este tipo de dinero digital se mantiene a la alza, pero en ojos de entidades oficiales, como el Departamento de servicios financieros de Nueva York, es necesario legalizarlo, con el fin de evitar que los criminales lo tengan como medio predilecto para hacer negocios ilícitos.
Representantes de la Comisión de intercambio económico, el Departamento de justicia y la Reserva federal enviaron sugerencias al Congreso de la Unión estadounidense para que revise, junto con las agencias de seguridad nacional, la opción de ceder licencias de uso —denominadas BitLicense— y con ello monitorear la actividad de los involucrados, bajo el argumento de que no se puede ignorar la relevancia de Bitcoin en el panorama internacional.
“El acercamiento que ha tenido el FBI a las monedas virtuales está guiado por el entendimiento de que los sistemas de pago en línea, centralizados y descentralizados, ofrecen servicios financieros legítimos. Pero como cualquier otro servicio financiero, la moneda virtual se puede utilizar de manera ilícita por entidades maliciosas, no obstante, el riesgo varía significativamente” explicó Peter Kadzik, el vocero de la fiscalía general de Estados Unidos, quien agregó que los órganos gubernamentales suelen supervisar ciertas transacciones pero no necesariamente tiene la autoridad para reglamentar el mercado.
Al final, la intención es evitar que Bitcoin se siga explotando en contextos criminales, como el caso de Silk Road, y así limitar la compraventa de drogas y armamento, además de garantizar que no se repitan los fraudes a gran escala, pues aunque la encriptación es una buena herramienta, está lejos de ser infalible. Del otro lado de la moneda, existe el riesgo de que las entidades gubernamentales impongan un sistema de control, con tal de que el valor no se dispare frente al resto de divisas, justo como está sucediendo en la actualidad. Por supuesto queda la interrogante de si Bitcoin podrá mantener su éxito y relevancia tras formalizarse, ya que el anonimato que ofrece es uno de sus principales atractivos.
Deja tu comentario