Recientemente reportamos que la compañía de renta de películas Blockbuster tiró la toalla al cerrar sus últimas 300 tiendas en Estados Unidos, pero la cadena no está del todo muerta, pues hay alrededor de 50 franquicias independientes que se resisten en morir y 26 de ellas son propiedad de un sólo hombre: Alan Payne.
Payne comenzó su carrera en el mundo de la renta de películas en 1992, cuando se le asignó el puesto de encargado en una cadena de locales de alquiler; después, esta cadena fue adquirida por Hollywood Video, en ese tiempo competencia directa de Blockbuster. El empresario continuó en la industria y con el tiempo se hizo dueño de su propio negocio.
En una entrevista concedida a The Wall Street Journal, Payne comenta que la compañía no tuvo una transición sana ni fácil de VHS a DVD, pues la industria estaba reacia a facilitar las cosas al mercado de la renta de entretenimiento, ya que las ganancias no eran tan altas como en la venta directa. A esto se sumó el crecimiento de Internet y la aparición de servicios de streaming digital, como Netflix.
En cuanto a las ganancias, el empresario afirma que estas siguen siendo muy buenas, pues entre 40,000 y 50,000 personas visitan sus tiendas cada semana. Su estrategia es mantener los precios competitivos y las películas en inventario en su primer día de lanzamiento, pues servicios como Netflix a veces llegan a tardar hasta un mes en contar con los filmes en su catálogo.
"Bueno, para Blockbuster soy el último hombre de pie, y creo que hay cierta novedad en eso y creo que hasta puede haber oportunidad.", señaló Payne, y agregó: "Tenemos la opción de cambiar el nombre, pero no quiero. Causaría confusión y costaría dinero, y creo que a largo plazo, la gente tiene buenos recuerdos del nombre Blockbuster y puede que haya alguna oportunidad de capitalizar eso, tal vez hasta en nuevos lugares."
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