Las acciones de Tesla arrancaron la semana con el pie izquierdo, cayendo hasta un 7.6% antes de la apertura del mercado. ¿El motivo? Elon Musk anunció que planea formar un nuevo partido político en Estados Unidos, y eso desató la furia de Donald Trump, quien no tardó en arremeter contra él públicamente.

El expresidente escribió en su red social Truth Social que Musk “se ha descarrilado por completo” y lo calificó como “un desastre total en las últimas cinco semanas”. También criticó la idea del nuevo partido, llamándola “ridícula” y advirtiendo que solo generará confusión entre los votantes.

Los inversionistas no se quedaron tranquilos. Según analistas como Neil Wilson de Saxo Markets, el temor es doble: por un lado, que la tensión con Trump termine afectando los subsidios federales para autos eléctricos; por el otro, que Musk esté demasiado distraído con la política como para enfocarse en Tesla. Al parecer, el regreso del magnate a los reflectores políticos no fue bien recibido por Wall Street