¿Cuánto tiempo has estado suscrito a una red social? ¿Te has puesto a pensar en todo el contenido que has publicado? En mi caso, ingresé en Facebook en abril de 2006; en Twitter, en marzo de 2008; y en Foursquare, en marzo de 2010. No sé cuántas publicaciones he hecho en Facebook, pero sí sé que superé los 100,000 tweets y en Foursquare ya alcancé los 3000 check-ins.
No represento a la media de usuarios, pero estoy seguro de que la mayoría, al menos lleva 3 años en Facebook, 2 en Twitter y quizá 1 o 2 en Foursquare. De cualquier manera, a todos nos llama la atención ver de nuevo nuestro primer tweet o la primera publicación que hicieron en nuestro muro. Después de todo, las redes sociales son un registro vivo de lo que hacemos y es lógico que nos dé curiosidad mirar atrás.
Los servicios web se han dado cuenta de lo rentable que resulta esa nostalgia. En el último año, todos han tomado alguna medida para apelar a tal melancolía y para llevarnos a convertir los servicios web en el baúl de los recuerdos. Por ejemplo, en marzo, Facebook se dio un lavado de cara para introducir un nuevo diseño, en el que el muro representa una cronología en orden descendente, la cual puede remontarse, incluso, a tu fecha de nacimiento. Si estás viendo tu biografía, te permite elegir un año en específico. Es muy entretenido observar de qué hablabas hace tiempo y con quién.
Time Machine es una función de Foursquare que genera un mapa de todos los lugares donde has hecho check-in
Ese mismo mes, Twitter anunció la posibilidad de descargar un archivo con todos los tweets que has publicado. Nuevamente, se trata de una invitación a leer publicaciones pasadas y perder algunas horas con antiguas actualizaciones de estado. Foursquare no quiso quedarse atrás y, a mediados de junio, reveló Time Machine, una función creada en conjunto con Samsung, con la que es posible revisar todos los lugares donde has hecho check-in, así como acceder a un panel de estadísticas.
En otros productos también se ha puesto de moda la nostalgia. Timehop es un novedoso servicio web que conecta con Facebook, Twitter, Foursquare, Flickr y Dropbox para mostrarte tu actividad en años pasados, el mismo día de la consulta. La aplicación ha sido un éxito, pues permite comentar y compartir los contenidos antiguos, y así darles una segunda vida, lo que a su vez puede abrir una nueva conversación sobre un tema del pasado.
Así como nuestros padres y abuelos conservaban cartas y fotos, nuestra generación usa las redes sociales para almacenar sus memorias
El gusto por la materialización de los recuerdos es algo inherente a la sociedad en la que vivimos; nuestros abuelos guardaban las cartas que recibían y nuestros padres conservaban las fotografías en álbumes especiales. La actual generación utiliza la red como un gran depósito de memorias —algo que vaticinó Marshal McLuhan hace décadas, cuando habló de la aldea global como una extensión de la consciencia humana—. Además, hay que tener presente que la nostalgia es una fuerza muy poderosa, sobre todo en el ámbito comercial. Si no me creen, sólo observen cómo los Beatles siguen vendiendo su música y objetos relacionados con ellos a pesar del paso de los años.
Así como forjamos recuerdos en el mundo real, también lo hacemos en las redes sociales. ¿Por qué ahora surgen estas opciones para consultar el pasado? Es sencillo: el volumen de contenido que hoy se genera no se compara con el de hace 2 o 3 años. El proceso de masificación está completo: sólo Facebook tiene más de 1000 millones de usuarios activos, y Twitter ya alcanzó los 200 millones.
Las redes sociales se han consolidado como parte de la vida cotidiana, así que actualmente muchas personas tienen, al menos, un año registradas en cualquiera de estos servicios. Por supuesto, la situación es tan maravillosa como arriesgada, pues toda la información está expuesta a violaciones de privacidad, otro tema interesante. Lo cierto es que podemos disfrutar de las redes sociales como álbumes abiertos, colecciones de fragmentos que hemos compartido a lo largo de los años recientes y que, de un modo u otro, nos hacen recordar momentos especiales y significativos. Finalmente, ¿quién no disfruta un viaje al pasado?
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