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¿El E3 está perdiendo su magia?

Año con año, la conferencia causa menos 'wows' y más 'mehs'

La Electronic Entertainment Expo, conocida por muchos solo como E3, es probablemente el evento de videojuegos más grande del mundo. Cada año, durante una semana, fanáticos, reporteros, periodistas, desarrolladores, estudios y distribuidores se reúnen en Los Ángeles para mostrar, platicar e informar sobre los proyectos más interesantes del mundo. Cada año la escala va en aumento, pero lejos de lograr que el magno evento sea cada vez más llamativo, parece que cada vez es menos impactante.

Un poco de historia

Durante la década de los 90s, los videojuegos empezaron a crecer de manera exponencial. Sin embargo, ahí todavía no existía un evento cuyo objetivo principal fuera mostrar estos títulos, por lo que los distribuidores y desarrolladores se veían forzados a atender a otras exposiciones con temas relacionados, tal como el Consumer Electronics Show (CES). Sin embargo, a pesar de que era una industria en pleno crecimiento, los juegos electrónicos seguían sin recibir la atención que creían merecer.

Tom Kalinske, en ese entonces CEO de Sega of America, comentó una anécdota muy triste en una entrevista que demuestra el poco respeto que se le tenía a la naciente industria.

'Los organizadores del CES solían poner la zona de videojuegos muy, muy atrás. En 1991 nos pusieron en una pequeña tienda, la cual estaba incluso después de la zona de venta de pornografía. Ese año en particular llovió mucho, y el agua se filtró y mojó nuestro nuevo sistema Genesis. Estaba furioso con la manera en que el CES trató a la industria de los videojuegos, y sentí que eramos mucho más importantes como para que nos trataran de esa manera'.

SEGA no regresó al CES al año siguiente, y muchas otras compañías lo siguieron. Después, en 1994, la industria formó la Interactive Digital Software Association (IDSA), la cual se convertiría tiempo después en la Entertainment Software Association (ESA) que hoy conocemos. El objetivo de la organización era unificar la industria para darle importancia, y entre otras cosas, crear un sistema de clasificación para los juegos.

Así era el E3 en 1995
Así era el E3 en 1995

En ese año, diversas personalidades y ejecutivos de compañías relacionadas con los videojuegos se reunieron con personas de la IDSA y acordaron crear un evento donde el objetivo único y principal sería mostrar videojuegos, aunque en ese entonces el público meta eran los retailers, no los consumidores finales. Era necesario un espacio donde los retailers pudieran platicar con distribuidores y desarrolladores para decidir si les convenía adquirir sus juegos. Así nació el E3, que tuvo su primer evento en 1995, y este año cumple 22.

Cambios a través de los años

Sí, aunque no lo creas, el objetivo primario del E3 no era llegar a ti, sino a la empresa que te vende los juegos. Hay que tomar que en esa época no era tan fácil distribuir juegos, pues si el Internet apenas estaba naciendo, de ninguna manera se había pensado en distribuir juegos de manera digital, y menos aún, de manera directa al consumidor.

El E3 2016 tuvo 50,300 asistentes
El E3 2016 tuvo 50,300 asistentes

Pero la tecnología y la industria siguieron creciendo y evolucionando, y conforme pasaron los años, el E3 fue cambiando. Cada vez acudían más periodistas al evento, cuyo interés era tener material de primera mano para poder colocarlo en sus publicaciones. A medida que la industria de los videojuegos se fue haciendo más popular, los consumidores finales empezaron a querer atender al evento, aunque durante mucho tiempo estuvo totalmente prohibido. Para que te des una idea, el último E3 tuvo más de 50,000 asistentes.

El E3 tuvo que acoplarse a las nuevas circunstancias, y es por eso que cada vez intentó ser más sorprendente y menos técnico. Los distribuidores tuvieron que decir adiós a las gráficas con reportes de resultados y hola a los gameplays, trailers y teasers de los juegos en los que estaban trabajando. El E3 se empezaba a convertir en un espectáculo, y así continuó durante muchos años...

Consecuencias

...Hasta que a alguien se le ocurrió. ¿Para qué luchar por la atención de la gente en un magno evento con cientos de participantes cuando puedo hacer uno propio y tener todos los ojos puestos en mi? ¿Realmente vale la pena gastarme millones de dólares en crear una presentación y un stand cuando la gente apenas y va a tener tiempo de hacerle caso?

Por otra parte, el mundo de la hiperinformación actual en donde captar la atención del usuario es el objetivo principal y no la consecuencia del anuncio, empieza a obligar a los distribuidores a actuar de manera diferente, incluso en el E3. Si ya dejaron las gráficas detrás, ahora también están empezando a dejar las pláticas con los desarrolladores, los chistes, las presentaciones curiosas. Las personas que sintonizan el evento hoy día han demostrado que todo eso ya no les importa tanto. Quieren sorprenderse, quieren gritar, quieren emocionarse.

Blizzard ahora se enfoca a su evento BlizzCon
Blizzard ahora se enfoca a su evento BlizzCon

Blizzard con la Blizzcon, Nintendo con sus Directs y Sony con la PlayStation Experience demuestran que los grandes distribuidores han tenido un cambio de prioridades. Claro, en su mayoría siguen atendiendo al E3, pero con un enfoque muy diferente. Nintendo dejó totalmente las conferencias de lado y ahora solo hace una especie de Direct más largo (llamado Spotlight este año) y Sony ha empezado a mostrar casi puros trailers de juegos que están aún muy lejos.

Otra gran problemática de cambio en la percepción de la importancia de los eventos, es que se ha empezado a especular que los distribuidores se han empezado a guardar sus 'mejores armas' para sus eventos personales. Particularmente, una entrevista de Shuhei Yoshida reveló que Sony se guardó, al menos, un gran anuncio este año, pues el E3 ya no sería prioridad para revelarlo.

¿Es esto lo que quieren las audiencias?

Ahora que prácticamente la totalidad de los consumidores de videojuegos tienen acceso a Internet, es cuando se demuestra la polarización de la opinión. Por un lado están los que aplauden los nuevos formatos, los que se alegran de que los distribuidores muestren juegos, juegos, juegos y nada más. '¿A mi que me importa saber la historia de cómo se les ocurrió crear este título?', 'Yo no quiero un artista cantando en el escenario, quiero que me muestren gameplay sobre el próximo juego AAA que va a salir'.

Por otro lado, están los que prefieren un enfoque más tradicional. 'Qué aburrido ver una hora de puros trailers', '¿cómo voy a interesarme por un juego si no me platican más de él?' Es indudable que las conferencias en el E3 se han vuelto cada vez más frenéticas y cada vez con menos interacción de personas. El ejemplo extremo de este año fue Sony, quien en su presentación tuvo a Shawn Layden, presidente y CEO de la compañía, solamente en 3 ocasiones en el escenario, y en donde habló por menos de 3 minutos. Solamente una persona habló en toda la duración del evento, y los otros 55 minutos fueron trailer, tras trailer, tras trailer.

Aquí es donde toma importancia el subtítulo mencionado: ¿es eso lo que quieren las audiencias? Definitivamente no hay una respuesta correcta, ya que los fanáticos de los videojuegos tienen opiniones diferentes. Lo que sí demuestra este año el E3 es que tiene un problema de identidad. ¿A quién le hablan los distribuidores? ¿A las personas que compran solo juegos AAA? ¿A los hardcore gamers que quieren saber todo de un juego antes de ir por él? ¿A los periodistas?

Aunque con más interacción, Bethesda también se ciñó al modelo de mostrar mucho video
Aunque con más interacción, Bethesda también se ciñó al modelo de mostrar mucho video

Esta falta de identidad es lo que ha causado una reacción tan negativa por parte del público. La opinión general es que 'este E3 fue aburrido', pues prácticamente mostró mucho trailer, poco gameplay, y nula profundidad. Al menos claro, en cuanto a conferencias se refiere. El evento va mucho más allá de los briefings, ya que durante muchos días presenta un showfloor de muchos km2 que muestra a los asistentes cada juego de una manera mucho más profunda. Sin embargo, eso no lo ven los espectadores, por lo que no es de lo que habla este artículo.

¿Y ahora qué?

Definitivamente, los organizadores del E3 deben de sentarse a platicar con los grandes expositores para definir qué camino están tomando.

Si el plan es cada uno tener su propio evento para ahí mostrar verdaderamente sus mejores cartas, entonces ya no tiene sentido hacer megaconferencias. ¿Cuál es la diferencia entre hacer un video tipo Nintendo Direct y rentar un teatro y una orquesta si solo se van a mostrar videos? En este sentido es incluso más interesante la solución de Nintendo, ya que sus videos pueden tener mucha más producción que solamente un reel de videos.

Está claro que el E3 es un evento que no va a desaparecer, pues lo que puedes ver a través de Twitch o YouTube es solo una fracción de todo lo que hay en la gigantesca exposición — especialmente en el showfloor. Sin embargo, las reacciones en internet demuestran que una gran parte de la audiencia no quiere ver solo trailers de juegos que están a años de distancia. Y sí, no hay que olvidar que la audiencia tampoco quiere gráficas y reportes de resultados ni desarrolladores hablando sobre sus juegos durante 10 minutos.

Recomponer el camino del show que es el E3 es complicado, sobre todo se busca satisfacer a todo tipo de públicos. Los distribuidores tendrán que pensar en nuevas maneras creativas de emocionar a los fanáticos sin 'venderles humo', pero tampoco aburriéndolos.

Una sesión de Nintendo Treehouse
Una sesión de Nintendo Treehouse

Por supuesto, no todo es malo. A pesar de que el Internet ya tiene muchos años, los livestreams son relativamente jóvenes debido a que antes la tecnología no podía ofrecer tal velocidad. Hoy ya se puede, y las grandes compañías están empezando a experimentar con diferentes formatos y contenidos. Por ejemplo, desde hace un par de años, las grandes distribuidoras hacen un stream de toda la jornada del E3, en el que invitan a los desarrolladores, prueban los juegos, platican con ellos, ven trailers y más. Esta clase de contenido puede atraer a cierto tipo de gamers y, ciertamente, se vuelve más popular año con año.

El E3 se encuenta en un punto crítico de su evolución en el que tiene que empezar a evolucionar y aprovechar las nuevas tecnologías, con la finalidad de volver a atrapar y sorprender a los espectadores. Seguramente lo logrará, solo hay que ser pacientes.

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