Durante años el ser humano ha relacionado la limpieza y sanitización con buena salud, lo cual no está equivocado del todo. Pero muchos estudios demuestran que el ser humano necesita de muchas bacterias para crear un sistema inmune exitoso y garantizar su bienestar.
Uno de los estudios más recientes titulado “Edificios, microbios benéficos y salud” realizado por Jordan Peccia y Sara E. Kwan, ingenieros químicos y ambientalistas de Yale, sugiere cómo podemos fomentar un ambiente microbiano positivo dentro de los edificios que habitamos.
“El ciudadano promedio pasa 90% de su tiempo dentro de edificios, los cuales están cubiertos de bacterias, hongos, polen y virus,” comenta Peccia. “Comprender cómo estos microbios impactan nuestra salud de manera negativa y benéfica me parece muy importante,” continúa.
Desde que somos bebés estamos expuestos a millones de microorganismos y bacterias necesarias para un buen funcionamiento de nuestro sistema inmune, digestivo, respiratorio, etc.
Peccia y Kwan señalan que estamos expuestos a microbios a través de la placenta, meses antes de que respiremos por nosotros mismos. En los años siguientes de la infancia, los niños se exponen a microorganismos por tener contacto con su madre, mascotas y excursiones al aire libre, siendo estos últimos 2 los que más falta hacen en la vida de las familias urbanas.
“Me gusta el punto paralelo entre vivir en una granja con animales y vivir en un área urbana con un perro de mascota,” comenta Peccia. “Los granjeros Bávaros y los Amish tienen muy pocos casos de asma, lo cual se atribuye a la exposición de microbios provenientes de los animales de granja. Los científicos ven una relación similar con los dueños de perros. Un niño es menos propenso a desarrollar alergias si él o ella es expuesto a un perro en sus primeros años de vida,” continua. “Otro estudio encontró que los síntomas en ratones con alergias puede ser reducido si se les administra polvo de una casa que tenga un perro.”
La idea general es propiciar más investigaciones para que arquitectos y diseñadores puedan incluir ambientes microbianos benéficos en los hogares, oficinas y lugares recreativos. Peccia reconoce que estas investigaciones y la idea en sí, aún no se han desarrollado lo suficiente y queda mucho trabajo por hacer.
“Creo que el camino a seguir será el de identificar claramente cuáles microbios son benéficos y revelar sus fuentes,” explica Peccia. “Y después usar herramientas como aerosoles y modelos matemáticos para entender como un incremento en la ventilación o usar diferentes materiales de construcción pueden determinar la exposición humana a microbios buenos y malos. Eventualmente las compañías de tecnología tendrían que considerar el uso de microorganísmos en sus soluciones de hogar inteligente y, tal vez, hasta crear dispositivos especiales para permitir únicamente la existencia de bacterias benéficas.”
En conclusión, la limpieza es necesaria para tener buena salud, pero eliminar a todas las bacterias de nuestras casa, oficinas, alimentos y aire que respiramos no es del todo benéfico. Los niños necesitan crear anticuerpos y la manera más sana para lograrlo es exponerse a distintos ambientes y cosas que tal vez consideremos sucias o poco higiénicas. Cuida a tus bacterias y ellas cuidarán de ti.
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