La batalla que libran la industria del cine y la música contra The Pirate Bay —e incontables sitios de torrents— está lejos de terminar, pero parece que el problema acaba de convertirse en algo insignificante en comparación con una nueva tendencia de piratería: el streaming. Sitios como Popcorn Time, que permiten reproducir las películas al instante, están provocando muchas complicaciones para la RIAA y la MPAA, dado que la gente ya no necesita descargar una app para torrents ni tiene que buscar el archivo de manera manual, basta con ver el video directamente como si fuera YouTube.
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El problema es que numerosas películas que aún están en cartelera, también aparecen en Popcorn Time con una calidad de imagen y audio aceptable; es decir, que no están grabados con una cámara de video en la sala de cine, sino que se trata del rip de copias oficiales de DVD. De acuerdo con las asociaciones que defienden los derechos de autor, estos servicios ilegales provocan un daño multimillonario para la industria del entretenimiento y dado que el reproductor está embedeado, es difícil rastrear la dirección IP de quienes comparten los archivos.
La solución que proponen algunos analistas es ofrecer todo el contenido (música, películas y series de TV) en servicios tipo Netflix y Spotify, y en el caso del cine, hacer los estrenos al mismo tiempo en cartelera y en web. No obstante, la opinión de Hollywood va hacia el lado contrario y propone incrementar la lucha en contra de los servicios digitales de piratería, para garantizar que la taquilla y la TV tradicional sigan creciendo. Lo cierto es que mientras esa obsoleta mentalidad no cambie y hasta que la industria del entretenimiento se actualice definitivamente, los sitios de piratería continuarán prosperando.
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