Desde hace unos años muchos fabricantes han entrado en el mercado de los relojes inteligentes, pero la recepción del público ha sido, en el mejor de los casos, tibia.
He reseñado varios relojes y aunque ha habido un progreso positivo, aún les falta algo: la utilidad que sigue ausente. A pesar de que los smartwatches tienen muchas opciones útiles e interesantes, aún no logran ser ese dispositivo por el que regresas a tu casa a medio camino porque lo olvidaste en el buró, como haces con el celular. Si olvidas tu smartwatch... meh, tienes tu teléfono, que realiza las mismas funciones (y más) en una pantalla más grande.
La evolución de estos equipos ha sido constante, en gran medida gracias a Android Wear, pues el sistema operativo de Google para relojes soluciona muchos de los problemas presentes en los dispositivos del pasado. La principal ventaja de este OS es su integración con diversas apps y su facilidad de uso, pues aunque ofrece una curva de aprendizaje pronunciada, una vez que entiendes el concepto es fácil navegar.
Las ventajas de un reloj inteligente varían según tu estilo de vida. Si eres deportista o te gusta caminar, el smartwatch te servirá para monitorear tu estado de salud, medir la distancia que recorriste y conocer un aproximado de las calorías que gastaste. Si eres un adicto a las redes sociales, podrás ver notificaciones directo en tu muñeca y contestar por medio de voz.
En lo personal, pocas de sus ventajas son útiles para mí, pues sólo corro si mi vida depende de ello, así que todo el tema de salud no me pareció interesante, aunque me gustó saber (durante poco tiempo) cuántos pasos caminé diario. En este apartado, los relojes son imprecisos, pues a veces, cuando despertaba indicaba que había caminado 200 pasos y pues... no soy sonámbulo, así que no confié mucho en sus mediciones. Tal vez lo que hace un poco inútiles a estos dispositivos (por ahora), es que puedes ejecutar 90% de sus funciones en tu teléfono, así que sólo sirven si quieres ver información directo en tu muñeca.
Sin embargo, no puedo decir que no tengan ventajas. Justo un día antes de escribir este artículo me vi en la necesidad de caminar por el centro de México, mi teléfono tenía menos de 10% de batería y no conocía el lugar al que iba. Recordé que tenía el reloj en la muñeca y decidí usarlo para no gastar más pila. Le indiqué por medio de voz que me llevara a la dirección y de inmediato se conectó a Internet por medio del teléfono y me dio instrucciones precisas, acompañadas de vibraciones para llegar a mi destino. Recibí un mensaje de WhatsApp y respondí por medio de voz en el reloj, que detectó casi a la perfección todas mis frases (sin puntuación), aunque censuró todas las groserías, ja. Después de llegar a mi destino seguí sin encender el teléfono y al salir, dije al reloj que me llevara a casa, lo cual hizo muy bien, aunque sólo ves flechitas en la muñeca, no la guía en el camino, como estás acostumbrado. Seguí platicando por WhatsApp mientras manejaba y llegué a mi casa con un poco de batería de sobra, experiencia positiva que sólo aprecié hasta que me vi obligado a hacerlo.
Otra de las supuestas ventajas de estos relojes es que sirven como monitores de sueño que detectan cuando tuviste una noche inquieta y te ayudan a hacer un itinerario de las horas que estás en sueño profundo. En este apartado, el smartwatch tampoco fue muy eficaz, pues indicaba que había dormido como paciente en coma todas las noches, incluso cuando despertaba varias veces y daba vueltas en mi cama sin poder dormir.
Lo que si extrañaré, y que podría ser un motivo de compra, es la alarma vibratoria en la muñeca, pues siempre me ha parecido molesto despertar con una alarma sonora, y el hecho de ir despertando paulatinamente con vibraciones es mucho más amigable e involucra menos insultos mentales.
Una de las opciones que encontré más útiles fueron las notificaciones.
En una junta de trabajo estaba esperando un mensaje importante, de pronto recibí una notificación y sólo tuve que levantar el reloj para ver el "jajaja" de un amigo que respondía a un mensaje intrascendente. No interrumpí mi atención en la junta al sacar mi teléfono, desbloquearlo y abrir WhatsApp mientras me distraía con otras cosas. Esto también es muy útil en lugares con mucho ruido, pues la vibración en la muñeca es más notoria que en el bolsillo del pantalón y evitó que perdiera mensajes importantes cuando estuve en un bar.
En el caso de WhatsApp me gustó mucho poder ver una gran parte de la conversación cuando alguien me hablaba, pero era frustrante tratar de enviar un mensaje cuando no había recibido uno primero, pues es imposible abrir la aplicación en el reloj y seleccionar un contacto. Mandar un mensaje mediante voz sólo sirve para correos electrónicos y SMS. Esperemos que Google solucione esta tonta situación.
Muchas de las apps, como Uber, se abren automáticamente con información pertinente, pero no puedes interactuar con ellas, sólo verlas y quitarlas.
En casos como el del SmartWatch 2 y 3 de Sony, los equipos son contra agua, así que no te preocupará dañarlo mientras te lavas las manos o te bañas y también podrás caminar por el filo de una alberca llena de amigos sin el terror de que alguno aparezca de la nada para aventarte con violencia.
Utilicé mucho el reloj para adelantar, pausar y detener música en el teléfono, incluso cuando éste estaba conectado a una bocina Bluetooth, lo que es especialmente útil cuando estás bañándote y quieres cambiar esa canción horrible que llevas años jurando que quitarás de tu biblioteca. Un detalle bienvenido en este aspecto es que puedes ver las portadas de los discos, nada importante, pero sí estético.
Los relojes inteligentes son una muy buena idea en general y un concepto interesante y prometedor, pero en este momento sólo son extensiones de tu celular que para funcionar dependen de su conexión a Internet, su cámara, su velocidad de procesamiento y sus opciones de conectividad. Estoy seguro de que en un futuro todos tendremos un smartwatch y algunos abandonarán su teléfono en casa porque no les será tan útil, pero ese punto en la historia aún está lejos, a menos que Apple...
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