La popularidad de Netflix y el éxito de sus series originales han llamado la atención de compañías en industrias ajenas al negocio de la televisión, las cuales ven como una gran oportunidad la creación de contenido original. Si la televisión ha existido desde hace décadas, ¿cuál es la razón por la que las empresas decidieron que éste es el momento de incursionar en la producción de programas y series?
En la pasada entrega de los Emmys, Netflix se convirtió en la primera casa productora digital con distribución exclusiva por Internet en contar con producciones nominadas en distintas categorías. La más importante fue la nominación a Mejor Serie Dramática para House of Cards, pero se llevó a casa 3 premios, entre ellos, el de Mejor Director para David Fincher.
Pero ni Yahoo ni Microsoft entrarán en el negocio de la producción televisiva para conseguir premios, ambas tienen la intención de obtener más ganancias por medio de la publicidad digital. Según la firma de investigación eMarketer, el año pasado Facebook superó a ambas compañías y se colocó como el segundo mejor mercado de publicidad digital. Para Yahoo, el panorama es más alentador, su principal fuente de ingresos es la publicidad, pero para Microsoft, ésta es un negocio alterno al de la venta de software, por lo que sufrió un golpe mayor.
El negocio de la publicidad digital continúa creciendo y cada vez es más común que la mayor parte de esa inversión se destine al segmento de video digital. El gasto del año pasado sobrepasó $4000 MDD, y en 2014 se espera que alcance los $6000 MDD. De esa cantidad, YouTube se queda, aproximadamente, con una quinta parte, lo que significa grandes oportunidades para otras plataformas emergentes. El medio preferido por las compañías para anunciarse es la televisión, y en este caso, se tratará de la televisión digital.
Aunque Netflix es un claro ejemplo de cómo una empresa digital puede tener éxito en la producción televisiva, su modelo de negocio no se basa en la venta de publicidad, sino en suscripciones. Esto puede ser más alentador para Yahoo y Microsoft, ya que es más sencillo mostrar un comercial que hacer que la gente se subscriba y pague un servicio. Lo más probable es que Microsoft también esté pensando en impulsar la venta de su consola de nueva generación, pues la combinación de videojuegos exitosos como Halo y excelentes opciones de programación on demand, podrían atraer más consumidores a Xbox.
Debido a este creciente interés de compañías sin experiencia en el ramo, muchos se preguntan si el esquema televisivo de canales y cadenas continuará existiendo. En mi opinión, la televisión continuará evolucionando conforme aumente la presencia de Internet y se simplifique el acceso a la tecnología, sin embargo, la estructura del negocio no cambiará por completo de inmediato. La combinación de distintos modelos de negocio será lo que impulse la creación de contenido de calidad.
La buena noticia para los interesados en el negocio de la televisión, es que sólo necesitan producir un programa de excelente calidad para obtener la atención de la audiencia. La distribución de contenido televisivo nunca había sido tan sencilla y accesible, por lo que la única forma de sobresalir es con méritos. Se estima que el costo de producción de House of Cards fue de $100 MDD, una cifra que seguramente Yahoo y Microsoft no dudarían en pagar con tal de mejorar sus ingresos.
Para nosotros, los televidentes, esto significa aún mejores noticias. El hecho que cada vez más compañías quieran competir se traduce en más programas y series de calidad. Sucedió algo similar con la televisión por cable, con canales como AMC que sólo transmitía series y películas viejas y, que ahora cuenta con producciones exitosas como The Walking Dead. Actualmente no es necesario ser una gran cadena para poder cosechar éxitos en la televisión.
En el plano creativo existen algunas interrogantes. Netflix mencionó que utilizó algoritmos para analizar el comportamiento de sus 33 millones de usuarios y así, tomar la decisión de producir un thriller político como House of Cards en lugar de una comedia o una serie de ciencia ficción. Ahora, si compañías como Google, Amazon y Netflix (las cuales conocen cada vez mejor a sus usuarios) se convierten en los creadores de contenido original, podrían comenzar a influenciar las decisiones creativas de directores y guionistas.
Hay personas que se preocupan al pensar que el big data podría convertirse en el instrumento que dicte el tipo de programas que deben producirse y limite el poder creativo de los involucrados en la producción de contenido televisivo, pero mi perspectiva es menos fatalista. Sin duda, el caso de éxito de Netflix motivará a más compañías y casas productoras a llevar a cabo un extenso análisis de los hábitos y gustos de los televidentes para tomar decisiones, pero pensar que de ahora en adelante las computadoras decidirán lo que veremos, es llevar las cosas al extremo.
Conforme avance la tecnología, aumente la competencia y nuestros hábitos evolucionen, será más complejo el negocio de la televisión. Eso abrirá las puertas a nuevo mundo de posibilidades para los creadores de contenido y traerá consigo innovación en la manera en que disfrutemos e interactuemos con este medio de entretenimiento.
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