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Granjas de influencers: la triste realidad del comercio electrónico juvenil en Asia

No todo lo que brilla es oro

¿Qué tan dispuesto a entregar tu vida entera por volverte influencer? ¿Estarías dispuesto a trabajar en un lugar apretado, seguir indicaciones de gente desconocida y a trabajar los 7 días de la semana? Lamentablemente, esa es la vida de muchos influencers asiáticos.

En los últimos meses han empezado a popularizarse las "granjas de influencers", lugares donde aspirantes a influencers reciben capacitación y colaboran para crear contenido en línea. Este fenómeno se ha convertido en una práctica establecida en China, Indonesia, Corea del Sur y otros países asiáticos desde 2022, donde el comercio electrónico en vivo genera una industria de miles de millones de dólares. A medida que ganó atención generalizada en 2023, esta práctica ha generado controversia en línea, ya que algunos la ven como una creciente sensación de distopía.

Desde 2019, The Wall Street Journal ya había resalrado el papel de los influencers en China como líderes de opinión para los consumidores y motores de ventas para las tiendas, y a medida que han pasado los años hemos visto cómo ahora las grandes marcas prefieren confiar en ellos que en medios establecidos. Ahora que la posición es tan comprendida y codiciada por la cantidad de dinero que puede generar, hay gente que ofrece los espacios o los conocimientos para lograr que cientos de personas puedan volverse lo que desean.

Las granjas de influencers operan en la industria del ecommerce, donde los influencers presentan productos en tiempo real para que los espectadores los compren, a través de la confianza en ellos y el poder de convencimiento. Después, el influencer se lleva una parte de esas ganancias por la venta. No obstante, este modelo de negocio no es gratuito. La vida de los influencers en estas granjas está muy lejos de ser un sueño, pues trabajan largas horas, a menudo sin días libres, y las granjas también se llevan a su vez una parte de los ingresos de las donaciones realizadas durante las transmisiones en vivo.

Las granjas de influencers son un fenómeno muy curioso. Por un lado, es una línea de trabajo seductora, puues ofrece fama y dinero, por el simple hecho de hacer publicidad en vivo. No obstante, el ver la situación de estrés y de ubicación en la que viven muchos de estos influencers, también puede plantear la duda de si es una profesión verdaderamente deseable.

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