La batalla legal entre Tesla y el Departamento de Vehículos Motorizados de California (DMV) está alcanzando un punto crítico. La demanda, que inició en 2022 y fue enmendada en 2023, busca suspender por 30 días las ventas y fabricación de Tesla en el estado. La razón: publicidad engañosa sobre las capacidades de Autopilot y Full Self-Driving.
California, un mercado clave para Tesla, concentra una parte significativa de sus ventas, especialmente en zonas como San Francisco, donde los consumidores priorizan tecnología e innovación. Si el DMV logra imponer la suspensión, afectaría seriamente los ingresos y la reputación de la compañía.
Los fiscales señalan como problemáticas afirmaciones de Tesla como:
“Desde casa, solo tienes que subirte y decirle a tu coche a dónde ir.”
“Tu Tesla buscará el mejor camino, se estacionará solo y te recogerá con un toque en tu celular.”
Según el fiscal Rob Bonta, estos mensajes dan a entender que los vehículos son totalmente autónomos, cuando no lo son. Tesla, por su parte, sostiene que siempre ha aclarado que sus autos requieren supervisión humana activa.
El desenlace de esta demanda no solo afectará a Tesla, podría sentar precedentes regulatorios para toda la industria sobre cómo se promueven los sistemas de conducción asistida.
