Si hay algo que define a iPhone, además de tener un diseño sofisticado y muy altos valores de producción, es que su estructura casi no ha cambiado durante sus 6 años de vida. Cada generación aporta algo nuevo, evolucionando el concepto, pero al final, la naturaleza y forma permanecen. Sin embargo, con la 6.ª iteración las cosas podrían cambiar radicalmente, pues se dice que Apple tiene planes muy ambiciosos e incluso hay rumores de que la propuesta de innovación será verdaderamente revolucionaria.
Ahora que la euforia por el iPhone 5s y el 5c se apaciguó por completo, es tiempo de mirar al futuro y pronosticar lo que ocurrirá en la siguiente generación del célebre teléfono.
Cambio radical de diseño
Como siempre, hay mucha especulación respecto a lo que planea Apple, en especial porque la compañía cuenta con un inmenso arsenal de patentes que podrían concretarse en cualquier momento y en el caso de iPhone, hay muchas que se antojan probables para fechas próximas. Por supuesto, debemos estar conscientes de que dicho portafolio de invenciones es sólo parte de la estrategia de Apple para reservar los derechos legales de las ideas y evitar meterse en más líos jurídicos, así que la existencia de una patente no es garantía de que se materialice en algún producto final.
De inicio, está el tema de la estética y la funcionalidad exterior. Según Jony Ive, director de diseño de Apple, su equipo siempre revisa nuevos conceptos, crea prototipos y desecha proyectos poco funcionales, pero la diferencia con ediciones previas del teléfono es que frente al antecedente de iPhone 5c se abre la posibilidad de que lancen más variantes, tal vez una enfocada en competir en el ámbito de las phablets. Falta que Tim Cook autorice nuevamente una ampliación del catálogo, pues aunque el 5c no podría considerarse de baja calidad, su naturaleza de menor jerarquía provocó que se esté vendiendo mucho menos en comparación con el iPhone 5s.
A pesar de todo, la opinión preponderante en la industria es que iPhone 6 supone la oportunidad de Apple para diversificar y que la compañía lo sabe, tanto, que podría crear 3 o hasta más versiones, muy distintas entre sí, cada una con un objetivo particular y una propuesta específica para cada mercado. Una de esas variantes sería el equivalente al iPhone 5s en términos de sofisticación y evolución, mientras que, al menos una de las alternativas de menor precio, tendría diseño austero, que si bien estará desprovista de detalles y acabados meticulosos, ya no será fabricada en policarbonato, sino en aluminio anodizado, pero conservando el estilo colorido (muy similar a la 5.ª generación de iPod Touch). Numerosos analistas financieros piensan que Apple necesita abrir considerablemente su mercado si es que quiere recuperar el terreno que ha perdido ante el ecosistema de Android y la única alternativa para lograrlo será, entre otras cosas, por medio de una exagerada simplificación del iPhone 5c y que así ofrezca un dispositivo de precio realmente accesible.
Dicho de otro modo, la suposición general es que Apple apostará por un mínimo de 3 opciones de iPhone 6: una en plástico y con componentes limitados pero suficientes para ejecutar eficientemente iOS 7 y iOS 8, otra de mayor nivel tecnológico y diseño más complejo, y la realmente avanzada, equipada con innovaciones y rumorada pantalla de zafiro. La diferencia versiones no sólo estaría basada en la calidad de sus componentes, sino en las dimensiones del armazón, que iría de 4” hasta 5.7”, además del ajuste de resolución acorde.
Por otro lado, el tremendo éxito del iPad Air gracias a su estética heredada de iPad mini llevan a suponer que el armazón del iPhone 6 podría también ser muy similar, con bordes menos ángulares, además de un reacomodo de los elementos. La más notable de esas modificaciones sería la supuesta desaparición del botón de inicio, en un intento por reducir los desperfectos mecánicos; en su lugar quedaría una superficie capacitiva con las mismas funciones, además de contar con soporte para gestos y conservar el detector de huella digital. Una posibilidad más es que el iPhone 6 introduzca un botón de inicio con más flexibilidad de uso y que, de manera similar al gesto multitáctil del iPad, permitirá navegar las apps gracias a sus propiedades capacitivas. En teoría, sólo hará falta pasar el dedo para que la barra de desplazamiento se mueva en la misma dirección. Visto desde otra perspectiva, con el Touch ID del iPhone 5s no es muy probable que Apple aglomere aún más funciones dentro del mismo botón. Otra depuración se daría en el grosor del dispositivo, al punto de llegar a 4 mm, resultado del incremento de dimensiones y la mejor distribución de componentes.
Ahora bien, muchos entusiastas y seguidores de Apple esperan que el iPhone 6 deje atrás su estética tradicional para transformarse en un dispositivo completamente vanguardista, con formas exóticas y extravagantes. Diseñadores en todo el mundo se han atrevido a conceptualizar esas posibilidades, aunque claro, únicamente son ideas.
Revolución en la pantalla
Casi tanto como cualquier otro teléfono con pantalla de vidrio, el iPhone es propenso a dañarse cuando su parte frontal queda hacia abajo durante una caída. A decir verdad, ese es el desperfecto más común en los dispositivos de Apple, así que la empresa californiana recurrirá al zafiro para construir paneles mucho más resistentes. Todavía no hay una confirmación de que dicho beneficio llegará con el lanzamiento del iPhone 6, pero la evidencia es muy clara, ya que la producción inició hace varias semanas, tiempo adecuado para el supuesto lanzamiento entre junio y septiembre.
Aunque Corning no deja de arremeter contra la inferioridad del zafiro frente a la protección que ofrece Gorilla Glass, no cabe duda de que el valioso cristal tiene cualidades muy interesantes. Su valor tecnológico va más allá de la resistencia y durabilidad, pues al parecer, puede combinarse perfectamente con una película microscópica de celdas solares. El analista financiero, Matt Margolis, se dio a la tarea de cartografiar los planes de Apple en cuanto a uso de recursos energéticos y concluyó que la próxima generación de iPhone aprovechará la luz del Sol para mejorar la eficiencia de batería.
Entre los problemas recurrentes de cada edición del teléfono de Apple está la escasa duración de la batería, incluso menor que la del resto de los smartphones, que de por sí suelen padecer este problema. Según Margolis, la solución con el iPhone 6 será instalar una capa de material fotosensible bajo la cubierta de zafiro que se encuentra en desarrollo. Con dicho método, los niveles de electricidad tendrían que mantenerse por encima de 25%, a pesar de un uso excesivo de todas las funciones del dispositivo.
Para sustentar sus suposiciones, el experto en análisis mercadológico señala que durante 2013 se registraron numerosas patentes relacionadas con celdas solares bajo el nombre de Apple. Margolis explica que hay mucha más evidencia y para ejemplificar, detalla que Apple estaba buscando, hacia finales de 2013, a un ingeniero en tecnología de película fina con experiencia en energía solar, además de un grupo de ingenieros en diseño de manufactura para "experimentar con las propiedades y posibilidades del zafiro".
Por otra parte, el fundamento más sólido para este pronóstico es que Apple firmó en noviembre de 2013 un acuerdo por $578 MDD con GT Advanced Technologies y que invertirá más de $10.5 mil MDD para la investigación y desarrollo de tecnologías innovadoras, con particular enfoque en la utilidad del láser. A lo anterior se suma el hecho de que la firma alemana Manz AG, especializada en equipo de celdas solares, declaró hace poco que está produciendo componentes para "un vanguardista fabricante de teléfonos".
Al margen de lo que ofrezca el zafiro, la pantalla tendría otras nuevas propiedades, como un control de brillo selectivo. Dicho método resaltará únicamente los objetos visuales que elijas con el fin de ahorrar batería. Así, sólo algunos íconos o ciertas partes de la interfaz quedarán iluminados mientras el resto lucirá opaco. Por supuesto, estos ajustes serán independientes del plan de ahorro energético del dispositivo.
Además, la pantalla podría reaccionar diferente dependiendo de la presión ejercida. Por ejemplo, sería posible modificar el volumen del teléfono mediante un ícono. Al presionar hacia arriba podría aumentar el nivel de audio y hacer lo contrario reduciría el sonido; tocar suavemente haría el cambio gradualmente, pero si se hiciera con fuerza, el volumen llegaría al tope rápidamente.
En cuanto a calidad de imagen, se especula que habrá mejoras notables, de mano de una nueva versión de la tecnología Retina. Apple presumía que no hacía falta una resolución mayor a lo que ya ofrece en sus dispositivos, ya que el ojo humano no es capaz de distinguir la diferencia entre 1080p y escalas superiores. Pero ante el esfuerzo común de toda la industria por ofrecer cada vez más puntos por pulgada, a Apple no le quedará sino sumarse a la tendencia.
Ya en un tono más fantasioso, Apple podría contemplar deshacerse completamente de los biseles, bajo la misma filosofía de bordes angulares, o incluso aprovechar la tecnología emergente de pantallas flexibles para apostar por una forma vanguardista, en la que los costados también desplieguen información y ofrezcan interacción digital. Aunque eso está basado en el registro de otro par de patentes, si se vuelven realidad significaría un aumento de características y novedosas funciones para la interfaz, tanto de iOS como de las apps, ya que los menús laterales estarían disponibles todo el tiempo.
iOS 8, aún no disponible
En cuanto al sistema operativo, es casi un hecho que el iPhone 6 dispondrá de una versión mejorada de iOS 7, en lugar de una 8.ª versión, ya que el rediseño seguirá siendo vigente para finales de 2014 y no tiene demasiado sentido imponer una evolución sustancial sólo un año después. En todo caso, la plataforma contaría con nuevas características, como la capacidad de trabajar con diversos sensores biométricos —que supuestamente serán incluidos en los nuevos sistemas de Apple— para determinar el estado físico y de salud del usuario.
Dicha propuesta tomaría elementos presentes en la aplicación Passbook, al utilizar tarjetas para representar los diferentes aspectos que conforman el estado de salud de una persona. Entre las tarjetas filtradas se encuentran algunas que se han convertido en estándar, como la de actividades, para registrar el número de pasos, ejercicio, etc.; nutrición, que podría ser una especie de bitácora en la que el usuario registre sus comidas y peso, para llevar un control detallado de éste. Sin embargo, también hay para registrar el ritmo cardíaco, hidratación, presión sanguínea, ritmo respiratorio, sueño, saturación de oxígeno y oxígeno en la sangre y más.
Poder de procesamiento y características internas
A pesar de los constantes reportes de una disputa entre Samsung y Apple, es probable que el fabricante coreano siga manufacturando los procesadores de iPhone. Lo interesante es que la mayor distinción de A8 con su predecesor será un aumento a 8 núcleos (sobre la misma configuración de Exynos 5), conservando la arquitectura de 64 bits, además de apostar por un notable incremento de RAM, dadas las crecientes exigencias de iOS 7 y el hecho de que los desarrolladores están escalando sus aplicaciones para ajustarse al incremento de poder. Pero la cualidad más importante de A8 tendría que radicar en la eficiencia energética, con el fin de mejorar la duración de batería de iPhone en relación con su competencia.
Ahora bien, hay reportes de que Apple aumentará la cantidad de sensores, comenzando con una técnica de detección facial y registro de movimientos para traducir gesticulación y gestos de las manos en acciones de la interfaz. Más allá de imitar la interacción que ofrece el Galaxy S4, la supuesta intención con el iPhone 6 es que registre cada cambio en el organismo de sus usuarios y que tome nota de las actividades realizadas, adaptándose al instante para ofrecer información o ayuda en cada tipo de situación. En pocas palabras, convertirse en un asistente todavía más útil.
Por último, el iPhone 6 tiene el reto de actualizarse en aspectos cruciales como la conectividad a corta distancia, que podría beneficiarse del Wi-Fi multibanda del iPad Air. También falta la inclusión de NFC, pues mientras un sinfín de dispositivos Android implementa la transmisión inmediata vía Bluetooth, Apple sigue rezagado y el problema es que cada vez son más las regiones del mundo que utilizan este método para los pagos electrónicos.
¿Una nueva experiencia fotográfica?
La moda de los camarófonos está alterando la industria tecnológica en muy diversos ámbitos, mientras que las cámaras compactas siguen perdiendo popularidad, todos los fabricantes de teléfonos quieren ofrecer, al menos, una cualidad original en sus propuestas. Apple lleva varios años innovando en este aspecto y tras imponer una tendencia con el flash con 2 tonalidades del iPhone 5s, es probable que siga el ejemplo de HTC con su más reciente edición del One (el denominado M8) al usar un sistema dual de cámaras.
Recientemente, Apple registró una patente para un esquema de doble sensor fotográfico, cuya flexibilidad tiene como propósito ayudar a adelgazar el armazón y permitir que se generen imágenes más nítidas o hasta crear efectos visuales poco convencionales. De acuerdo con la documentación, cada cámara contará con capacidades muy diferentes; una medirá la iluminación del ambiente y los planos de profundidad, mientras que la otra analizará con mayor precisión el color y calculará el enfoque.
En teoría, esta combinación reducirá las aberraciones cromáticas, mejorará considerablemente la calidad de la imagen en lugares con poca iluminación y, entre otras cosas, dará pie a fotografías 3D con verdadera profundidad, además de permitir que el punto de enfoque se pueda manipular libremente después de hacer la toma.
De manera paralela, Apple podría ampliar las capacidades fotográficas de todos sus dispositivos móviles, no sólo del iPhone 6, por medio de un sistema de cámara externa, muy similar a la línea Cyber-shot QX de Sony. La diferencia es que Apple propone un accesorio mucho más sofisticado, tanto en funciones como en ejecución. De acuerdo con la documentación de la patente, la invención consta de 3 tipos de lente: uno con capacidades de telefoto, otro gran angular y uno más equipado con estabilización óptica de imagen. Además de que dicho método debería extender el zoom considerablemente, propiciaría un notable aumento en la calidad de imagen, incluso en condiciones de poca luz o con objetos en constante movimiento.
Otra distinción frente a las Cyber-shot QX, es que el invento de Apple trabajaría en conjunto con la cámara del iPhone, es decir, puede servir como una cámara autónoma o para aumentar el desempeño de las tomas que se realizan directamente con el teléfono. Para ello, el accesorio montable se adaptará al armazón del iPhone por medio de magnetismo, lo que alineará cada óptica a la lente del dispositivo.
Precio y disponibilidad
La tradición de Apple dicta que después de cada modelo intermedio de iPhone llega la siguiente generación, así que sería ridículo pensar que en 2014 veremos otra variante en lugar del iPhone 6. Y si ponemos atención al calendario de la compañía, deberá pasar al menos un año antes de que llegue la próxima edición del teléfono, lo que nos deja con septiembre como ventana probable de lanzamiento. En cuanto al precio, Apple no tiene costumbre de alterar las cifras, en todo caso, habría que esperar una edición de 128 GB que seguramente costará $949 USD.
Mientras Apple no confirme algo, toda la información es especulativa, pero la lluvia de rumores no cesará y en Qore seguiremos al tanto, actualizando con novedades del iPhone 6.
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