En las películas siempre vemos gente controlando tecnología con la mente, pero en la práctica esto es un poco más complicado. Al menos, ya hay algunos que intentan llevarnos a este escenario utópico, si acaso desde perspectivas poco ortodoxas. ¿Alguna vez habías pensado cómo sería controlar la narrativa de una película con tu mente? Aunque suene increíble, esto ya es posible.
Sky News reportó que el equipo detrás de una película llamada The Moment creó un headset encefalográfico que lee las respuestas y reacciones del espectador y cambia lo que sucede en pantalla basándose en ellas. Por poner un ejemplo sencillo, si un personaje llegara a una encrucijada, tú podrías decidir si quieres que vaya a la izquierda o a la derecha. El filme trata de un grupo de personas que deben luchar por sobrevivir en un futuro distópico.
El truco consistió en grabar diferentes versiones de cada escena, para crear un complejo árbol narrativo que cambia según lo que el espectador. Así, teóricamente, nadie tendrá la misma experiencia viendo la película, pues el cerebro de todos reacciona de manera diferente antes situaciones específicas.
Richard Ramchurn, investigador y director de The Moment, explicó el proceso de manera sencilla: "El headset lee las pequeñas señales eléctricas generadas por las neuronas de tu cerebro. A partir de eso reunimos información que es enviada via Bluetooth a una computadora, en la cual desarrollé un sistema multimedia que elegirá una narrativa diferente basándose en lo que pones más o menos atención".
El equipo de producción llevó su película a la Universidad de Nottingham, en donde los estudiantes pudieron experimentarla de primera fuente. Charlie Grainger, uno de ellos, aseguró haber visto 2 versiones diferentes, según lo que subconsciente pensó en cada una de sus sesiones.
"¿Sabes como cuando estás viendo una película y quieres que los personajes hagan una cosa en particular? No siempre lo hacen, por lo que es bueno que ahora podamos tener más control sobre la cinta de esta manera", aseguró.
Por supuesto, el director tomó en cuenta que tampoco le puedes dar libertad total al espectador, pues sino puede perderse el hilo narrativo y sobre todo, la historia que quiere contarse. Es por eso que el final de la cinta es lo único que no se puede cambiar. Sin embargo, insinuó que esto puede pavimentar un futuro creativamente infinito.
" […] Sería llevar la libertad artística demasiado lejos. Sé que la tecnología aún no está a la altura, pero tal vez en 10 o 15 años podríamos crear nuestro propio contenido directamente desde nuestra mente", finalizó Ramchurn.
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