¿Sabías que uno de los países más tecnológicamente avanzados del mundo también es uno de los más tecnológicamente atrasados del mundo? Suena disparatado, ¿no? Cualquier persona con sentido común afirmaría que Estados Unidos se encuentra hasta arriba de la cadena alimenticia de la tecnología, pues gran parte de toda la información de todo Internet se encuentra alojada ahí, o al menos es analizada por algunas de sus dependencias diariamente. Y, por otra parte, algunas de las empresas más poderosas de la industria tecnológica tienen sus cuarteles en territorio estadounidense —Silicon Valley sigue siendo la meca mundial de la tecnología—. A pesar de todo un reporte de la Government Accountability Office (GAO) afirma que varias secretarías estadounidenses utilizan tecnología arcaica para trabajar.
El reporte asegura que el gobierno de Estados Unidos utiliza tres cuartas partes de un presupuesto de más de $80 millones de dólares solamente en dar mantenimiento a computadoras y sistemas de más de 50 años, los cuales hacen funcionar un buen número de sus departamentos gubernamentales. Por otro lado, solo el cuarto restante es destinado a actualizar componentes y mejorar la tecnología federal.
Por ejemplo, el Defense Department Strategic Automated Command and Control System —el cual funciona para comunicarse con las fuerzas nucleares del país— trabaja sobre una plataforma de computadoras IBM de los años 70, las cuales aún utilizan discos floppy para guardar información. Además, el Departamento de Tesorería —el cual incluye la información de todos los contribuyentes y la población económicamente activa—; utiliza un sistema de 56 años de edad, el cual funciona con COBOL, un lenguaje de programación antiguo, difícil de entender y escribir.
"El gobierno federal corre el riesgo de seguir invirtiendo en tecnologías que han sobrepasado su utilidad y que consumen recursos que superan a los beneficios", concluyó el reporte.
Afortunadamente, el estado americano finalmente quiere poner punto final a este asunto que ha retrasado por varias décadas. Una nueva legislación podría otorgar a estas dependencias un fondo de más de $3 mil millones de dólares para reemplazar o modernizar tecnología obsoleta. Esta iniciativa busca una transición completa a sistemas nuevos para 2020.
Ahora bien, ¿por qué un país como Estados Unidos, —primermundista y siempre a la vanguardia— permitió el desperdicio de tanto dinero y la obsolesencia total de los sistemas que manejan algunas de sus dependencias más importantes? Los factores pueden ser muy diversos, y de hecho, es muy poco probable que algún día el gobierno explique el por qué de sus decisiones.
La primera razón es financiera. Si tienes o has tenido un coche que haya servido por muchos años, seguramente le has tenido que invertir una buena cantidad de dinero para mantenerlo funcionando. Y probablemente lo hayas hecho a sabiendas de que con todo lo que has gastado tal vez ya te podrías haber comprado un último modelo. De igual manera, los sistemas en cuestión llevan trabajando por décadas para el gobierno americano, por lo que darle mantenimiento constante era simplemente una rutina. Una modernización total de la tecnología utilizada por el gobierno implicaría un gasto monetario muy fuerte, el cual quizá nunca haya sido plausible hasta ahora. Sin embargo, cuando el mantenimiento cuesta el 75% de tu presupuesto de tecnología total, sabes que ya es tiempo de renovar.
Por otro lado, a pesar de que los lenguajes, computadoras y sistemas que utiliza Estados Unidos son arcaicos, son percibidos como efectivos. Hay un dicho que reza "No arregles algo que no está descompuesto" , y es una filosofía que está aplicando el estado americano al pie de la letra. Sí, su tecnología es más vieja que muchas de las personas que ahora trabajan con ella; pero, si siempre le ha funcionado ¿para qué cambiarla?
Algunos rumores aseguran que, de hecho, la antigüedad de estos sistemas es positiva de cierta manera. En un mundo tecnológico que evoluciona exponencialmente día a día, las amenazas potenciales a sistemas operativos antiguos es cada vez menor. ¿Qué clase de hacker se preocuparía por crear un troyano para Windows 3.1 si es mucho más interesante enfrentarse a Windows 10? Suena extraño, pero no es un razonamiento totalmente descabellado.
No hay duda que el gobierno estadounidense debe modernizar su tecnología sí o sí. Tal vez la transición sea muy costosa y laboriosa, pero a la larga representará un acierto. En primer lugar, migrar a la nube y utilizar equipos y sistemas operativos más rápidos e intuitivos representará un gran ahorro tanto de tiempo como de dinero y energía. Además, una red tecnológica moderna probablemente protegerá mejor la seguridad del sistema que una computadora de 1970 que aún utiliza floppys para guardar información.
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