Seguro sabías que al subirte a un Uber, no eres el único que califica, pues el conductor también puede ponerte de 1 a 5 estrellitas según tu comportamiento durante el recorrido. Puedes reportar a un conductor por romper el límite de velocidad, si fue grosero contigo o si el automóvil no está limpio, entre otras cosas. Al momento de reportar o ser reportado, es difícil saber quién tiene la razón, pues es la palabra del conductor contra la nuestra, así que la compañía decidió implementar un sistema que utiliza el GPS de nuestros teléfonos para corroborar si efectivamente el conductor es una bestia al volante o no.
Para entender cómo funciona sólo imagina esto. Después del recorrido, el usuario se baja del auto y califica al conductor con 2 estrellas, pues dice que toma las curvas de manera muy agresiva. En ese momento, el sistema de Uber analiza la información recolectada durante el recorrido, la cual proviene del GPS del conductor y del teléfono del usuario, y con esos datos verifica si realmente el chofer manejó imprudentemente o si piso de más el acelerador.
Cabe mencionar que este sistema no traerá checaditos a los conductores y sólo se activará cuando ocurra una situación donde el usuario califique su servicio de manera negativa. De esta manera la retroalimentación será más justa para ambas partes, pues con anterioridad los choferes no podían hacer mucho para defenderse ante la acusación de un usuario que simplemente tuvo un mal día y se le hizo fácil calificar mal —e injustamente— su servicio.
Para concluir, es posible que dentro de poco veamos juguetes para niños en el asiento trasero de los autos Uber, pues la compañía está implementando un método para entretener a los usuarios tomadores que se suben borrachos al coche; esto con el afán de evitar que distraigan al conductor mientras maneja.
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