La semana pasada, el satélite Foton-M No. 4 fue colocado en órbita y abordo viajan algunas moscas de fruta y 5 geckos, cuya vida sexual se estudia por medio de una cámara de video. Lamentablemente, uno de los motores que controlan el satélite dejó de responder a los comandos en Tierra.
Según un representante del Instituto de problemas médico-biológicos de Rusia, todas las demás partes del satélite funcionan adecuadamente, incluidos los sistemas de soporte de vida que mantienen en marcha los experimentos en marcha. Aunque los científicos monitorean de manera remota los datos obtenidos, los geckos tienen un suministro limitado de alimentos que podría agotarse en sólo 2 meses y medio, algo que ocurriría mucho antes de que el satélite salga de su órbita y caiga de regreso a la Tierra.
El experimento con los geckos tiene el objetivo de aprender cómo se reproducen en microgravedad, así como si se producen cambios en la supervivencia de los huevos. Otros proyectos que se llevan a cabo en el satélite fueron pensados para estudiar el desarrollo de semilla de plantas, microbios, así como los efectos de la radiación cósmica en ellos.
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