Tuvimos oportunidad de visitar el booth de LG, durante el primer día del Mobile World Congress 2014, y probamos el G Flex, el primer teléfono curvo del mundo. Básicamente, la pantalla de este dispositivo te permite obtener un ángulo de visión más cómodo y evitar un poco la molestia que causan algunas fuentes de luz externas que normalmente se reflejarían de la pantalla a tus ojos.
Otro detalle interesante que notamos al utilizar el Flex es que LG puso especial interés en permitir el uso con una sola mano. La curvatura le ayuda a descansar de manera más natural en la palma de la mano, mientras que la nueva posición del botón de encendido y los de volumen, que ahora se encuentran cerca del lente de la cámara, permiten operarlos fácilmente, sin tener que extender los dedos. También es cierto que hay que acostumbrarse a esta , ya que en ocasiones presionamos los botones sin querer al manipular el equipo.
Ahora, el teléfono es fuerte y resistente, si lo apoyas boca abajo sobre una superficie plana, podrás presionar sobre la curva y la pantalla se flexionará, sin que esto cause daño a sus componentes. La tapa está moldeada con un material que se autorrepara después de recibir un rayón, incluso uno profundo. En la mesa de exhibiciones había un dispositivo especial para rayar la tapa del Flex y pudimos comprobar que los desperfectos desaparecían de manera rápida, con sólo frotar un poco la superficie.
Otra de las características que llamaron nuestra atención fue la batería, que tiene una capacidad de 35000 mAH, pero LG logró crear la primera batería de polímero de ion-litio flexible. Esto es importante, ya que sin este avance no hubiera sido posible que el smartphone se flexionara. Fuera de estas características el Flex es un smartphone tradicional, sin embargo, como LG ha declarado, es una muestra de los distintos avances tecnológicos que ha logrado y que se reunieron para crear un teléfono diferente, con características únicas y que se distingue por su forma única y capacidad regenerativa.
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