A pesar de que la tecnología extiende sus ramas por prácticamente cualquier ámbito de nuestra vida, había un pequeño nicho que no había tocado: las placas de coches. Por supuesto, era cuestión de tiempo y ese día ha llegado; un reporte de The Sacramento Bee indicó que las primeras placas digitales ya comenzaron a ser comercializadas en California, Estados Unidos.
Estas primeras placas digitales son fabricadas por un fabricante llamado DMV. En cuanto a especificaciones, las placas digitales están muy bien equipadas, pues incluyen un cristal antirayones, tornillos antirobo, su propio procesador y una batería intercambiable. La pregunta aquí es: ¿para qué? Pues bien, el chiste de este nuevo tipo de placas es ofrecerán un gran número de ventajas. En primer lugar, el registro y renovación podrán hacerse de manera digital, lo que evitará la molestia de tener que ir a oficinas a realizar cambios o a pegar calcomanías en los coches. Además, también podrán personalizarse ligeramente, pues podrás añadir una cinta o frase de apoyo a alguna causa, poner algunos mensajes o intercambiar el color del fondo y el texto.
Por otra parte, en cuanto a planes para el futuro, una actualización permitirá confirmar cuando falte la renovación, incluir alerta Amber, placas temporales, mostrar el tiempo de parquímetro restante, cuando el auto fue robado, cuando hay alguien con discapacidad viajando en el vehículo y más.
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El gran problema hasta ahora es el precio. Según The Verge, el precio de estas primeras placas digitales es de $699 USD, una cantidad estratosférica considerando que no ofrecen tanta utilidad práctica. Además, los usuarios tendrán que pagar una cuota mensual de $7 USD. De hecho, un vocero de DMV aseguró que hasta ahora solo 116 vehículos ya cuentan con placas digitales. Además, este es solo un programa piloto, por lo que la compañía deberá reportar ante la legislación estatal los resultados y desempeño de las placas.
"El propósito de este piloto es identificar y detallar beneficios potenciales, por lo que aún estamos en una etapa de evaluación y no tomaremos ninguna determinación hasta que éste termine", finalizó.
El último cuestionamiento es, por supuesto, el de la ciberseguridad. Aunque las placas digitales pueden llegar a ofrecer muchos beneficios, la realidad es que la posibilidad de que lleguen a ser hackeadas es muy preocupante. Los desarrolladores (y clientes potenciales) tendrán que pensar muy bien si este paso vale la pena.
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