Después de años de incertidumbre y de haber respondido al hate enviado por la gente tras el anuncio del precio del Xbox One, Microsoft está admitiendo la derrota con Kinect. Según la compañía, Kinect ya no está siendo producido. Algunos reportes indican que el sensor de profundidad, enfocado en seguimiento de movimiento de Microsoft, vendió más de 35 millones de unidades desde su lanzamiento en 2010, durante los días de gloria del Xbox 360. Y sí, Kinect juntó una buena base de fanáticos, sin embargo, no logró colocarse en el mainstream, que fue lo que Microsoft trató de propiciar con su primera visión para Xbox One, sin embargo, el precio asociado con el dispositivo hundió el barco antes de que siquiera llegara al mar.
La respuesta de Microsoft fue romper la integración que había ideado y vender una versión del Xbox One sin Kinect incluido, reduciendo el precio de la consola, sin embargo, Kinect ya no logró recuperarse. Ahora, aunque el accesorio no fue lo que se esperaba, la tecnología desarrollada para Kinect ayudó a Microsoft a mejorar muchos de sus otros proyectos, por ejemplo, HoloLens utiliza gran parte de la tecnología de reconocimiento de profundidad y las cámaras Hello de Windows usan los sistemas de reconocimiento facial de Kinect.
Un detalle interesante es que la siguiente compañía que integrará reconocimiento espacial y de profundidad será Apple, con la cámara del iPhone X que será lanzado la próxima semana. Según diversos análisis, los sensores involucrados y la tecnología utilizada por Apple después de su adquisición de PrimeSense, hacen de esta cámara una especie de Kinect portátil miniatura. PrimeSense, para los que no lo recuerden, es la compañía que desarrollo y creó la primera iteración de Kinect.
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