Richard Bull, un hombre británico de 32 años de edad, murió accidentalmente al electrocutarse mientras cargaba su iPhone en el baño.
Según reporta el Daily Mail, este hombre conectó el cargador de su iPhone a una extensión, luego colocó el dispositivo en su pecho mientras estaba en la bañera y se electrocutó cuando la extensión y el conector del cargador hicieron contacto con el agua.
El consejero privado, Craig Pattison, dijo en la corte que descartaron la opción del suicidio cuando llegaron a la escena:
Las circunstancias iniciales indicaban suicidio. La cuestión había sido considerada en la llamada original, pero el cable no estaba cerca del baño, había sido llevado hasta ahí para cargar el teléfono móvil
Luego añadió:
La extensión estaba en el piso y parecía, como yo pensaba, que él tenía el cargador de su teléfono en el pecho y la parte entre el cargador y la extensión había hecho contacto con el agua
Richard fue encontrado por su esposa Tanya, quien pensó que su esposo había sido atacado porque las quemaduras eran muy graves.
Al ser cuestionado por esta muerte, el forense Sean Cummings, emitió una advertencia:
Estos dispositivos pueden parecer inofensivos, pero pueden ser tan peligrosos como una secadora en un baño. Deberían incluir advertencias
Por último, el forense Cummings aseguró que escribiría más tarde un reporte a los fabricantes del teléfono, en este caso Apple.
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