Es curioso cómo funciona YouTube. Mientras exploraba mi dosis diaria de suscripciones, 2 videos llamaron mi atención por la relación totalmente accidental y el tema que trata cada uno. El primero se llama Devil Inside - Sexiest Female Moments in Film, y no es más que un compendio de las escenas más sexys protagonizadas por mujeres en la historia reciente del cine.
El video es sencillo y honesto en su contenido, nada más que una selección arbitraria de escenas sin contexto de mujeres hermosas en situaciones diversas, casi todas con poca ropa o actitud provocativa. Hasta ahí, todo bien. ¿Qué problema podríamos tener con eso?
El segundo video se llama La mirada feminista. No te dejes engañar por el título —y menos aún por la falsa concepción que se tiene de este movimiento—. Este pequeño video-ensayo del canal Bukku Qui explica, a grandes rasgos, la existencia de 2 tipos de escenas sensuales protagonizadas por mujeres: aquellas que las objetifican y las que no.
Existe una falsa y negativa idea que plantea que ser feminista es ser antisexo y antisensualidad. Nada más alejado de la realidad. Mientras que muchos consideran a las personas feministas como un grupo de mujeres ultraconservadoras, la realidad es que hombres y mujeres afiliados a esta ideología son bastante abiertos respecto a la expresión y libertad de la sexualidad. El problema es que los medios masivos de entretenimiento han permeado por mucho tiempo ideas sobre sexualidad bastante confusas, por decir lo menos.
El cine, los cómics, la televisión y los videojuegos se han encargado de vendernos la idea de “mujeres de acción”, personajes femeninos con un derroche de sensualidad, salvajismo y fuerza, a las que constantemente se les identifica como mujeres empoderadas sin que esto anule la sexualización de la que son objeto. Esto es una trampa, pues no hay que olvidar que se trata de personajes creados por guionistas —en su mayoría, hombres— que obedecen intereses monetarios de las empresas productoras.
No es coincidencia que Star Wars: The Force Awakens, Mad Max: Fury Road, y el reboot de Ghostbusters —que ni siquiera se ha estrenado— hayan sido objeto de múltiples críticas cuando se reveló que sus personajes protagónicos serían mujeres y no el tipo de mujer al que tanto nos acostumbró Hollywood durante décadas.
No tiene nada de malo disfrutar una película por sus escenas sensuales, pero siempre hay que mantener en mente que, a fin de cuentas, se trata de un trabajo de ficción y que nada justifica la objetificación hacia las personas en la vida real.
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