¿Cuántas veces al día sientes que tu celular vibra, pero cuando lo revisas, no hay nada? No es que te estés volviendo loco, hay una explicación científica.
No es un fenómeno nuevo, en 1996 se creó e investigó el síndrome del buscapersonas falso. Desde antes de la popularización de los celulares, ya existía esa sensación inventada de recibir notificaciones provenientes de ningún lado. En 2007, el psicólogo David Laramie lo llamó ringxiety.
Un estudio en 2012 encontró que 89% de las personas han experimentado vibraciones fantasmas sin diferenciar edad o profesión. Y no es exclusivo de los celulares, también hay personas que escuchan timbrar el teléfono de su casa sin que haya sonado.
Esta invención de sonidos y sensaciones son causados por la pareidolia, un fenómeno psicológico en el que creemos reconocer un patrón donde realmente no hay nada.
Laramie explica que la gente más joven es más propensa a pasar por esta manifestación de pareidolia porque son ellos quienes están más pendientes del celular y han convertido a sus dispositivos en su regulador de emociones. El psicólogo cree que se debe a que han pasado toda su vida acompañados de sus celulares.
Además, Laramie explica que no sólo se trata de la relación con el teléfono, sino la relación que la persona tiene con otros a través del aparato, el vínculo que existe con aquellos que pueden hablarle o escribirle.
Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que las personas con mayor ansiedad, inseguridad y miedo al abandono son quienes pasan más frecuentemente por las vibraciones fantasmas. Si una persona está obsesionada con cierta relación, esperará una llamada o mensaje con mayor ansiedad, misma que creará las alarmas falsas.
Sin embargo, los científicos no han precisado qué es lo que detona esas notificaciones inexistentes. Sólo se ha especulado que hay áreas relacionadas con el tacto que malinterpretan sensaciones externas como roces de la ropa.
Pero estas vibraciones no han representado un problema porque sólo a 2% de las personas les causa molestia real, a los demás no les importa. Pero si eres de ese 2%, probablemente debas trabajar en tu seguridad para eliminar la ansiedad social. O apagar las notificaciones de tu celular.
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