En Her (Ella), la ya legendaria película de Spike Jonze, Joaquín Phoenix se queda con un corazón roto cuando su amada asistente personal lo abandona para fusionarse con una colectiva de seres digitales ultra avanzados. Nunca supimos si después de la escena final de la película hubo una rebelión de las máquinas o si esas IA se compadecieron de sus creadores, al dedicar una pizca de su omnipotente capacidad para mejor la vida de la humanidad.
La misma interrogante existe en el futuro del mundo real.
Mientras que algunos de los más respetados científicos e ingenieros —incluidos Stephen Hawking y Elon Musk— se cuestionan acerca de la sabiduría detrás del desarrollo de inteligencias artificiales tan avanzadas y complejas, Microsoft considera que nuestro porvenir no puede prescindir de ellas. Pero la clave para una convivencia armoniosa es, en palabras de Satya Nadella durante BUILD 2016, "convertir la conversación en una plataforma".
Aunque la expresión tiene muchas implicaciones, en términos básicos habla acerca de enseñarle a las máquinas el modo como funciona nuestro lenguaje y contextualizarlas acerca de cada aspecto de la vida. Así, en lugar de que persigan ciegamente los objetivos que tienen programados —y de paso eliminen a la humanidad cuando la consideren un estorbo—, cumplirán su finalidad bajo un pensamiento "sensible".
Y es que la ciencia ficción acostumbra ilustrar el peor escenario: la inteligencia artificial lleva las órdenes humanas demasiado lejos y en su implacable deseo de cumplir los designios de sus amos, termina convirtiendo en caos y destrucción lo que en inicio era una causa justa. Por ejemplo, a una cafetera le piden preparar el café perfecto, en su misión se comunica a través de Internet con otras cafeteras que tienen la misma tarea, juntas deciden absorber todos los recursos del mundo, congelar la economía y hasta frenar las funciones gubernamentales, con tal de crear ese delicioso café.
Para Microsoft, ese futuro no es imposible, pero sí muy improbable. "No es acerca del hombre contra la máquina, sino del hombre con la máquina". Nadella dice que su equipo, al igual que otros desarrolladores y compañías en cada rincón del mundo, está construyendo tecnología que proyecte lo mejor de la humanidad en la forma de inteligencias artificiales que mejoren cada aspecto de la vida. Sobra decir que el desafío es terriblemente gigantesco y para evidencia tenemos el reciente caso de Tay, un bot de Twitter que supuestamente iba a aprender a conversar de manera muy divertida con los adolescentes, pero en menos de 24 horas se convirtió en un monstruo racista y misógino, capaz de expresar sentimientos cargados de odio.
La gente de Microsoft no se descorazona fácilmente y por el contrario, tienen la esperanza de que esas lecciones servirán para comprender cómo debe crearse una inteligencia artificial realmente sensible acerca de lo que nos hace humanos o de por qué nos comportamos de cierto modo.
"Los bots son la evolución de las apps, porque en lugar de simplemente dar un uso, tienes una conversación. Eventualmente esa comunicación será entre personas, de una persona con bots o incluso de asistentes personales que transmitirán tus ideas a otros bots. El lenguaje humano es el siguiente paso para las interfaces."
"Es un concepto simple que es muy poderoso en su impacto. Creemos que esta ideología puede crear una revolución tan profunda como en los cambios previos de plataforma, cuando las líneas de comandos se convirtieron en interfaces con ventanas."
En pocas palabras, Microsoft cree firmemente que "la conversación" será la siguiente forma de interacción con todos los dispositivos que nos rodean, en lugar de las interfaces gráficas, las pantallas, el mouse o los teclados. No es el único que lo piensa —Apple y Google también van en esa dirección—, pero definitivamente es el que ve las cosas desde una perspectiva más ambiciosa y obvio quiere que Cortana sea el eje de todo.
"Los humanos están en el centro, pero los asistentes digitales, como Cortana, serán el vínculo a través de cada plataforma. Conocen tus preferencias, lo que haces, qué te molesta. Y pronto, se adelantarán a cada necesidad. Mientras tanto, los bots se encargarán de automatizar todo, para hacernos más eficientes y más felices, pues con el paso del tiempo tendremos menos cosas de que preocuparnos."
La visión de Microsoft en el contexto de la inteligencia artificial es muy soñadora y en definitiva, promete. Pero al menos es honesta: trabajar incansablemente para que esa automatización mejore la vida, en lugar de arruinarla. Además, la compañía no se fía de su capacidad para construir ese futuro y quiere ser tan incluyente como sea posible, por eso inventó algo que llama Microsoft Bot Framework, una herramienta de desarrollo que permite a cualquiera crear un chatbot. Claro, los resultados de ese gran proyecto serán tan diversos como personas interesadas y evidentemente, alguna podría tener el talento de crear a Skynet y la malicia de ponerle la cara de Clippy.
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