Un estudio reciente puede cambiar la percepción de muchos vegetarianos que creen que su estilo de vida es más amigable con el medio ambiente.
El estudio realizado por la Universidad Carnegie Mellon, en Pennsylvania, Estados Unidos, señala que realizar una dieta con vegetales podría ser más dañino para el medio ambiente que comer alimentos de origen animal.
De acuerdo a los resultados publicados en la revista científica "Environment Systems and Decisions", cultivar alimentos parte de una "dieta saludable" aumenta en tres veces la emisión de gases de efecto invernadero.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron el impacto por caloría de diferentes alimentos, en términos del costo energético que implica su producción, el uso de agua y las emisiones resultantes.
Paul Fischbeck, coautor de la investigación dijo que en este aspecto, la berenjena, apios y pepinos son peores que el cerdo y el pollo porque las pocas calorías que aportan las verduras, terminan generando más contaminación en su transportación y comercialización, además de que son mucho más propensas a echarse a perder por lo que sigue impactando en la contaminación.
“La lechuga es tan baja en calorías que alguien tendría que comerse por lo menos dos lechugas Iceberg enteras para acercarse a la ingesta de calorías de dos rebanadas de tocino ahumado. Como resultado, las emisiones de transporte de lechugas voluminosos son mucho más altos por caloría que los de carne de cerdo”.
Estos resultados salen a la luz después de que a finales de octubre pasado, la Organización Mundial de la Salud, a través de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, declaró que el consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos podría ser causa de cáncer.
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