Antes de que me tachen de nacionalista tengo que aclarar que aunque me encanta México y sus tradiciones, también comprendo que no es el mejor lugar del mundo y que actualmente hay muchos males que ninguna fiesta puede cubrir.
Sin embargo ustedes no estan leyendo esto para sensibilizarse sobre la situación que atraviesa esta gran nación si no para confirmar lo que ya todos sabemos, el Dia de muertos le rompe su madre a Halloween varias veces y facilitó. A continuación las razones por las que aseguró esto.
En México nos comimos Halloween
No hay que ser hipócritas, nos encanta disfrazarnos, nos encanta el pretexto para echar relajo y organizar fiestas de “Halloween” que poco tienen que ver con espantos y películas de terror. Aunque los gringos también lo hacen, nosotros mexicanizamos el Halloween y lo hicimos nuestro.
No es una sola noche
En Estados Unidos la noche del 31 de Octubre es esperada por millones de niños —y adultos también— para disfrazarse y salir a pedir dulces casa por casa… awww ternuritas. En México lo hacemos 3 noches… o más, de hecho en algunas localidades se comienza desde el 30. Al menos así se justifica un poco gastar en un disfraz que vas a usar una sola ocasión. De tal forma que los niños en México salen por 3 noches a hacer de las suyas disfrazados a pedir dulces y no solo eso.
El dinero es dinero
En México eso del “Dulce o truco” la neta suena muy ñoño, aunque también se usa —por ñoños— no puede superar al “Quinto para mi calaverita”. Así es en México los niños piden varo. De hecho yo crecí pensando que la tradición era pedir dinero y que eso de los dulces se lo habían inventado en las caricaturas gringas. Es así que para el 3 de noviembre un niño promedio mexicano puede llegar a juntar una suma considerable de dinero en monedas de 50 centavos a billetes de 20 pesos.
El miedo no anda en burro
Las decoraciones de casas tampoco nos son ajenas, pero las llevamos a niveles más chidos. Mientras en gringolandia se espantan por cualquier cosa, nosotros aprovechamos la coyuntura actual para hacer macabras bromas y decorar las casas, árboles y alumbrado público con monigotes hechos de trapo que simulan ahorcados, monstruos deformes y lo de moda: ejecutados por el narco.
Los dulces
En los yunaits el Halloween trata sobre todo de dulces, quizá una que otra manzana caramelizada y dulce de calabaza. En México… uff ¿por dónde empezar? Tenemos una gran variedad de dulces típicos como las alegrías, el camote, las frutas cristalizadas y que me dices de las calaveritas de azúcar.
¿Puede haber algo mas pinche rudo y hardcore que comerte un cráneo hecho de azúcar o chocolate, con tu nombre en la frente? Es como mirar a la muerte directo a los ojos y decirle: ¡me la pelas!
La comida de temporada
Mientras que del lado norte del Río Bravo todo se llena de alimentos sabor a calabaza, acá tenemos una gran variedad de platillos especiales según la región del país donde vivas, pero independientemente de eso todo se reduce a 3 palabras:
¡PAN DE MUERTO!
Al final todo es por amor
Se acusa al Halloween de ser una fecha frívola a pesar de los orígenes religiosos de la celebración, y puede ser que así sea actualmente —lo cual no tienen nada de malo, al final siempre es bueno tener un pretexto para divertirse—. Nosotros lo hemos adoptado y lo hemos hecho nuestro, pero sin importar lo globalizado que este el mundo y lo mucho que adornemos con brujas y vampiros, esa celebración europea —porque hasta eso… no es originaria de EEUU— no podrá nunca competir con la profundidad y la hermosura del Dia de muertos.
Dos días en los que celebramos a la muerte —y no en un sentido morboso ni sobrenatural—, el dia de todos los santos es una celebración de amor a las personas que ya no están con nosotros físicamente, pero que viven en nuestras mentes y corazones. Aún si en México no hiciéramos nada de los disfraces, los dulces y los sustos… nuestro dia de muertos seguiría siendo muchas veces superior.
¿Pero para que pelearnos si podemos tener ambos? Así que Feliz Halloween, Feliz Dia de muertos y feliz fin de semana a todos.
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