Científicos que descubrieron el virus prehistórico llamado Mollivirus Sibericum en el permafrost de Siberia, ahora planean despertarlo por primera vez en 30,000 años, no sin antes verificar que no pueda afectar a humanos y animales. Se espera que el estudio revele si el temor a que el virus se propague —debido al cambio climático— sea real.
El virus es clasificado como gigante porque tiene más de 500 genes, en contraste, el virus de la influenza sólo cuenta con 8.
Jean-Michel Claverie, biólogo evolutivo del Mediterranean Institute of Microbiology en Marseille, Francia, dijo a la AFP que el permafrost vino de un estrecho de tierra que contiene valores minerales similares a los del petróleo. El académico notó que la explotación industrial en este tipo de terrenos ocasiona que el hielo se derrita, y como consecuencia podría perturbar patógenos aún no descubiertos.
Claverie digo que es posible que las partículas de estos y otros virus no conocidos que acechan en el permafrost, pueden ser suficientes para revivir virus potencialmente patógenos.
También dijo: “si no somos cuidadosos, he industrializamos estos sitios sin tener los cuidados necesarios, corremos el riesgo de despertar virus que creíamos erradicados. ¿Qué miedo no?
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