El sitio AOL publicó los resultados de un nuevo estudio que señala que los mosquitos eligen a su víctima mediante una secuencia en la que influye su olfato, su vista y el calor que desprende el sujeto al que se dirigen.
Para llegar a esta conclusión, un grupo de biólogos colocó a varios de estos animales dentro de un túnel de viento. En su interior ubicaron un objetivo que expulsaba una columna de dióxido de carbono, muy similar a la que crean los humanos cuando respiran, un estímulo visual en forma de punto negro y una placa de vidrio invisible que emanaba calor.
Mediante la separación de estos estímulos se pudo establecer por primera vez la secuencia que usan estos chupasangre para atacar. Resulta que, en primer lugar, se sienten atraídos por el olor a dióxido de carbono, luego por la vista y, finalmente, por la temperatura.
Floris van Breugel, la autora principal del estudio, señala que con este método de ataque y la posibilidad de detectar víctimas a una distancia de entre 10 y 50 metros es muy difícil escapar de un piquete.
Según van Breugel, para evitar amanecer con ronchas molestas, es recomendable tratar de reducir el número de pistas sensoriales que ofrecemos o intentar que la gente que esté cerca use ropa de colores llamativos para atraer a estos insectos.
Deja tu comentario