Cuando Netflix acordó pagarle a Comcast por un trato preferencial, sentó un mal precedente para la igualdad de servicios en línea de Internet, teniendo en cuenta que la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (por sus siglas en inglés FCC) dictaminó que los proveedores de conexión deben mantenerse al margen. A pesar de las críticas y la pésima publicidad, Netflix parece estar decidido a sacrificar lo que sea necesario con tal de satisfacer las demandas de sus usuarios, pues acaba de firmar un nuevo acuerdo, en esta ocasión con Verizon, para tener derecho a más ancho de banda.
Aún falta una declaración oficial por parte del director general Reed Hastings, pero el convenio ya es un hecho, al menos eso asegura el analista financiero Walter Piecyk, quien en su cuenta de Twitter reveló que la confirmación proviene directamente de Lowell McAdam, presidente ejecutivo de Verizon. Por otra parte, uno de los voceros de Netflix, Joris Evers, comentó que "esta estrategia mejorará la experiencia para los consumidores durante los meses siguientes".
Aunque en un reporte previo Qore expresó su inconformidad hacia las prácticas anticompetitivas de Netflix, es difícil argumentar en contra del evidente beneficio para los usuarios, después de todo, tras el pago a Comcast se notó un incremento sustancial en la calidad de la señal y la resolución del contenido. Irónicamente, Netflix sancionó la fusión de Comcast y Time Warner Cable, al punto de decir que dañaría severamente la neutralidad de la red.
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