Aunque es práctica común que las actualizaciones de software se reserven para productos recientes y de lanzamientos relativamente vigentes, Microsoft ha sido objeto de fuertes críticas desde que puso fecha final al soporte para Windows XP. Entre las quejas más directas está la que propone Ondřej Vlček, el director operativo de Avast, quien asegura que la decisión de Microsoft afectará a usuarios de otras versiones del sistema operativo e incluso, a gente que ni siquiera es asidua a un sistema computacional de manera directa.
Como evidencia, el directivo explica que 95% de los cajeros electrónicos siguen utilizando Windows XP y al perder la posibilidad de recibir actualizaciones de seguridad, serán más susceptibles a exploits o hackeos. Por otra parte, Vlček dice que, según las estadísticas de Avast, 23.6% de sus más de 200 millones de usuarios siguen usando Windows XP como plataforma principal, mientras que un reducido porcentaje utiliza Windows 8.
"Abandonar Windows XP es un gran error, especialmente si la estrategia para promover la adopción de Windows 8 ha sido tan deficiente. Pero no sólo usuarios finales serán víctimas de una mayor cantidad de ataques, sino incontables instituciones gubernamentales y entidades bancarias que no han podido actualizar su infraestructura computacional.", expresó Vlček, y agregó que el reciente ataque a Target es un claro ejemplo de lo que podría suceder si Microsoft retira su apoyo a los usuarios de Windows XP.
Para finalizar su crítica, el directivo dice que fuera de lo que haga Microsoft, "lo mejor para los que usan Windows XP será, al menos, dejar de usar Internet Explorer, pues supone un riesgo aún mayor que las vulnerabilidades inherentes del sistema operativo y es, a la fecha, uno de los navegadores más propensos a recibir ataques."
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