Nueva York acaba de tomar una decisión que dará de qué hablar entre ciclistas urbanos y repartidores: se implementará oficialmente un límite de velocidad de 15 mph (24 km/h) para las bicicletas eléctricas en gran parte de la ciudad. La medida busca reducir accidentes, mejorar la convivencia en las calles y frenar el caos que muchas veces generan los vehículos de micromovilidad mal conducidos.
Este nuevo tope será monitoreado con radares especiales y se implementará por zonas, iniciando en áreas de alto tráfico peatonal. Aunque aún no se han detallado las sanciones, se sabe que los dispositivos de limitación de velocidad serán clave en los modelos que circulen legalmente. Como era de esperarse, la comunidad está dividida: algunos celebran la medida como necesaria para la seguridad, mientras que otros aseguran que afectará directamente la eficiencia de quienes usan e-bikes para trabajar.
¿Una solución real o solo una forma más de regular sin atender el problema de fondo? Nueva York, como siempre, al frente de las decisiones urbanas más polémicas.
