La experiencia Nexus

El plan de Google para dominar al mundo comienza a revelarse con este dispositivo. Lanzado en agosto de 2013, el teléfono se aleja de las líneas de diseño y de software de sus antecesores, con especial énfasis en la línea Razr. Atrás quedaron los bordes algo cuadrados y el Kevlar usado en esa línea, para dar paso a algo con lo que estamos familiarizados: la experiencia Nexus. No es raro, ya que los esfuerzos de Google para unificar su diseño y la manera en la que un usuario utiliza sus dispositivos tiene un par de precedentes con el lanzamiento del HTC One y el Galaxy S4 de Samsung, en versiones Nexus Experience.

Lo importante es que, al momento de escribir este análisis, el servicio Moto Maker, uno de los puntos de venta de la empresa al presentar el dispositivo, sólo está disponible en Estados Unidos. Moto Maker permite personalizar los colores de diversas partes del teléfono, como el frente, los botones y la parte trasera. De cualquier manera, incluso en Estados Unidos las opciones son constreñidas, a pesar de que en la presentación oficial se hizo hincapié en que las combinaciones podrían ser ilimitadas.

Al usar el Moto X, es claro que Google/Motorola busca justo eso: tener más de un dispositivo Nexus a la venta, con todo lo que implica la marca que generó la empresa. Esto quiere decir que, a pesar de que su nombre esté ligado a Motorola, estamos ante el primer teléfono realmente “googlizado” que no ostenta la marca Nexus.

Parte de esta experiencia Nexus tiene que ver con el software. Lo primero que encontrarás al iniciar el dispositivo es un nuevo logo y animación que revelan de una vez por todas que se trata de un teléfono Google. Lo siguiente: la notable ausencia de MotoBlur, la interfaz de Motorola para Android. Como sabes, muchas marcas modifican Android para mostrar un aspecto propio. Entre los ejemplos sobresalientes, se encuentran Sense, de HTC; MotoBlur de Motorola y TouchWiz de Samsung.

Para este dispositivo, Google optó por un sabor “vainilla” de Android. Cabe señalar que la distribución del sistema operativo, que todavía está en la versión 4.2.2, es la punta de lanza para que en el futuro todas las ediciones de Android (por lo menos las incluidas en teléfonos de Motorola), sean puras, es decir, que no haya una personalización por parte del fabricante.

Moto X es, además, el gran ensayo de Google para ofrecer un smartphone siempre conectado y siempre despierto, un dispositivo que esté listo para responder aunque no lo tengas en la mano, una función que aprovecha Google Now, el omnipotente buscador de Google que, en KitKat, se ha convertido en el launcher por defecto.

Hola, Moto

¿Recuerdan el lema de Motorola? En este caso, el Hello, Moto ha sido cambiado por “Ok, Google Now”. Esta frase es la que hace que el teléfono se active a pesar de que no lo estés tocando y le des ciertas instrucciones, que corresponden a las que hemos pedido a Google Now en otros dispositivos, con la diferencia de que el micrófono del teléfono siempre está activo y no es necesario presionar el botón Home para invocar la aplicación. Solicitudes como buscar una ruta usando Maps o Waze, activar alarmas o preguntar al buscador son las más socorridas y serán usadas por aquellos que requieran una interacción sin manos, como en el caso de encontrarse manejando.

El entrenamiento para el reconocimiento de voz es sencillo: simplemente debes situarte en un lugar silencioso y decir ‘Ok, Google Now’. De origen, el teléfono buscará la lengua establecida en su interfaz. Ese podría ser un problema para aquellos que, como yo, prefieren mantener ésta en inglés y la voz en español. De hecho, sólo podrás hacer búsquedas en tu idioma, así que te toparás con que muchas veces, cuando quieras incluir algún término en otra dentro de tu pregunta, el sistema se confundirá y cambiará las palabras a la expresión más cercana que le parezca comprensible. Esperemos que esto cambie conforme Google Now se alimente de más y más palabras.

Al terminar el entrenamiento, estarás listo para dar órdenes a Moto X. Esto funciona muy bien en ambientes con sonidos moderados a bajos, pero empieza a sufrir cuando el ruido ambiente se incrementa. A pesar de ello, con un par de gritos es posible que Moto conteste, aunque al llevar a cabo las búsquedas, se confundirá y esperará que tenga sentido lo que estás vociferando.

A pesar de ello, debo decir que el reconocimiento de voz en Android ha mejorado mucho. De cada 10 frases, Moto sólo se confunde en 1 o 2. Eso sí: el reconocimiento es mejor en inglés que en español, así que esa es un área de oportunidad para los desarrolladores en Google.

Pantalla

La pantalla, que es una Amoled de 4.7 pulgadas, presenta colores vivos que tienden a los tonos cálidos y que, a pesar de ser un dispositivo que Motorola promociona con ahínco, aún cuenta con resolución 720p. Esto se vuelve aún más contradictorio debido a que tanto la cámara frontal como la principal capturan video en 1080p.

De cualquier manera, la pantalla resulta cómoda para leer, navegar y ver videos en todo tipo de formato. En cuanto a su legibilidad en condiciones de luz brillante, tiene algunos problemas, aunque ninguno demasiado grave. De hecho, el control de brillo automático del Moto X reacciona de manera bastante ágil, pero la pantalla no tiene el suficiente poder como para poder verla en todo su esplendor bajo la luz directa e inclemente del mediodía. Digamos que tal vez deberás hacer un poco de sombra con tu mano si planeas leer un correo con luz muy brillante.

Audio

No hay mucho que decir al respecto. En cuanto a la reproducción de música y videos mediante audífonos, tiene un límite de volumen aceptable, particularmente cuando lo comparamos con otros teléfonos de la marca. En el caso de las notificaciones y tonos de llamada, son claros y notorios, así que no te perderás nada de ello. En suma, una experiencia satisfactoria. Sólo necesitarás elegir tus audífonos predilectos.

Desempeño

No hay quejas de cómo se desenvuelve el teléfono en todo tipo de escenarios. Puedes reproducir un video en HD, seguir recibiendo notificaciones, tener GPS y Bluetooth activados y nada de ello minará su velocidad. Sin embargo, al ejecutar apps de alto rendimiento, como juegos ricos en niveles y gráficos, notarás que el Moto X comienza a calentarse, aunque no de manera excesiva. Lo más importante es que justo al cerrar o interrumpir este tipo de actividades, el teléfono regresa a la normalidad. Tiene 2 GB en RAM, así que no tendrás problema si tienes muchas apps activas.

Algo digno de mencionar es la velocidad con la que se abren y cierran estas últimas, tanto propias como de terceros. Virtualmente no hay retraso en este proceso y quizá se mantenga cuando esté disponible KitKat para el equipo de este lado de la frontera, aunque todavía tenemos qué ver cómo se lleva con el nuevo launcher.

Batería

Otro de los puntos positivos de este teléfono es la duración de la batería. Uso continuamente mi smartphone, siempre estoy abriendo y cerrando apps, tomando fotografías, subiendo videos a Vine y reproduciendo alguna película. La carga de muchos de los equipos que he tenido en las manos no dura más allá de 5 o 6 horas, cuando los uso a toda marcha. En el caso de Moto X, pude extraerle aproximadamente 15 horas, el equivalente a una jornada completa y que ofrece el tiempo suficiente como para llegar a casa y conectarlo ahí, en lugar de buscar un enchufe por doquier. La batería es de 2200 mAh y un usuario menos obsesivo que yo seguramente podrá obtener las 24 horas ofrecidas por la empresa.

En caso de que se lo pregunten (yo lo hice), el hecho de que los micrófonos estén activos todo el tiempo no merma la energía del teléfono, por lo menos no de manera notoria.

Experiencia de uso

En el caso de la telefonía, últimamente me he guiado por el lema “menos es más”. Usualmente soy usuario de 2 sistemas operativos: Windows Phone y Android. El primero es el claro ejemplo de cómo hacer una interfaz en donde lo importante son tus acciones, no necesariamente que haya fuegos artificiales cada vez que abres una aplicación.

Con la nueva filosofía de Motogoogle (O Googlerola, como gusten), esto se ha empezado a adoptar en esta familia de teléfonos, que por el momento sólo consta de Moto X y Moto G, pero que nos dan una idea clara de hacia dónde va el camino: que Motorola sea el siguiente fabricante de un teléfono Nexus.

Dicho lo anterior, es tranquilizante usar un teléfono Motorola sin MotoBlur. La realidad es que las interfaces ultrapersonalizadas y rediseñadas, aderezadas con apps que poca gente usa o recuerda tener, están pasando de moda. No encontré nada ajeno a las aplicaciones de sistema, salvo Prip, la app que Nextel proporciona para llevar a cabo enlaces por radio en equipos Android. Además del paquete tradicional, que incluye Gmail, Hangouts y Drive, por ejemplo, tendrás QuickOffice, así que podrás manipular archivos de Office sin importarlos a Google Docs necesariamente.

Hablar con el teléfono es una experiencia que puede resultar desigual. En su mayor parte, a mí me ha parecido positiva, pero es claro que el desarrollo de instrucciones para Google Now tiene un avance mucho más marcado en inglés que en el resto de los idiomas. Por ejemplo, hay varias maneras de decir lo mismo en aquella lengua, pero en español las órdenes que es posible dar son limitadas.

De hecho, algunas veces el sistema se confundió y comenzó a marcar a uno de mis contactos. La opción para cancelar la llamada por voz tampoco es la mejor, ya que tienes una ventana de pocos segundos para decir “cancela” y, claro, mientras ves cómo se va acabando en tiempo, entras en pánico, gritas la orden y el teléfono no siempre la entiende.

Por otro lado, puedes pedir cosas, como programar una alarma, una ubicación, solicitar imágenes de algún tema o persona en particular. Hay varias opciones que no están siendo expuestas por Google y que resulta divertido encontrar. Todo ello va encaminado a que no siempre tengas tu equipo en las manos. En ese mismo tenor, Motorola ofrece Connect, una manera de mostrar notificaciones del celular con ayuda de Chrome y que te mostrará llamadas y SMS que entren a tu equipo, además de que podrás responder tus mensajes de texto directamente desde la computadora.

Algo que parece simple, pero que resulta muy benéfico, es poder echar un vistazo a las notificaciones en Moto X directamente en la pantalla de bloqueo. Sabrás si tienes nuevos correos, llamadas perdidas, mensajes de voz, actualizaciones en Facebook y todo sin tener que desbloquear el equipo. De nuevo, no suena a mucho, pero cuando estás ocupado, te ahorra tiempo y la tentación de entrar a responder el reto de tus amigos en MoviePop.

Pero, de nuevo, la interfaz de voz ha mejorado de manera notable. Tal vez no sea esa entidad parlanchina llamada Siri, pero su falta de habilidades sociales se compensa con mejor reconocimiento, mayor cantidad de frases para decir y una integración mejor planeada con el resto de las apps en el teléfono.

El teléfono se siente bien en las manos y su tamaño, a pesar de que estamos en la era de las phablets, es completamente adecuado. La parte trasera del equipo que reseñamos tiene el entramado negro clásico, con una textura que permite un agarre firme. Su peso es de 130 gramos, así que no te estorbará en el bolsillo.

Cámara

En cuanto a las cámaras, la frontal es de 2 megapixeles y puede transmitir video en 1080p. Las llamadas con Skype y Hangouts funcionaron bastante bien y las charlas salieron sin complicaciones.

Por otro lado, la cámara principal es de 10 MP, lo cual no está nada mal para un teléfono que no está realmente considerado como premium dentro del catálogo de las marcas en general, sino como un gama media-alta. La calidad de las imágenes no es sobresaliente, particularmente en estos días en los que tenemos teléfonos con cámaras portentosas, como el Lumia 1020 o el Xperia Z1. Sin embargo, el uso de la tecnología Clear Pixel, que combina de manera más eficiente las capas de color en las imágenes obtenidas por la cámara, se traduce en imágenes más nítidas, tanto en condiciones de luz normal como en poca luminosidad.

La interfaz de la aplicación de la cámara es destacable y es una versión evolucionada de la que comenzó a presentarse en diversos equipos desde Jelly Bean. La cámara tiene la opción HDR, que captura varias imágenes para crear una composición que le da más riqueza a la fotografía final. En el mismo menú se puede elegir si se quiere tomar una fotografía en aspecto panorama, geolocalizar las imágenes resultantes o que el teléfono emita un sonido al accionar la cámara. También puede elegirse si el foco es automático o si se puede activar al tocar la pantalla.

Otra de las opciones, que por el momento es exclusiva de Moto X, es que se puede iniciar la cámara con un movimiento doble con la muñeca mientras se sostiene el dispositivo, para ahorrar el paso de desbloquear, buscar la app y pulsarla. La cámara inicia en 1 segundo y está lista para disparar.

En cuanto al video, tiene una calidad muy buena, aunque nada sobresaliente, pero para capturar cualquier momento que quieras recordar, será suficiente. Sin embargo, deberás tener en cuenta que, dado que Moto X no cuenta con una ranura para tarjetas microSD, en muchas ocasiones será necesario vaciar la memoria del teléfono si eres un videoasta empedernido. La otra opción es confiar en que el sistema lo cargue a Google+, pero la rapidez de ello dependerá de la velocidad de tu proveedor de servicios de datos o de Wi-Fi.

Nextel

Debido a que esta versión de Moto X es la adoptada por Nextel, es buena idea hablar de la experiencia en general con este carrier. La red es bastante más ágil y estable (hasta cierto punto) que la que ofrecen el resto de los proveedores habituales en México. A pesar de ello, por lo menos una vez al día la conexión desaparecía del todo y en un par de ocasiones tuve que reiniciar el teléfono, cansado de esperar a que se activara de nuevo.

Ahora, en cuanto a su uso, no es el Atrix HD, un equipo que sí era más apto para emplearlo con Nextel. Y es que la ausencia de un botón dedicado para el radio limita el uso de esa característica en particular, debido a que se utilizan los botones de volumen para responder este tipo de alertas y si estás acostumbrado a contestar tus llamadas en privado, no será la experiencia más cómoda. No es un punto que haga que el equipo no valga la pena, pero sí requiere una curva de aprendizaje o adoptar la costumbre de tomar el Moto X de cierta manera.

Veredicto

En general, Moto X es un equipo muy destacable. La posibilidad de personalización por patrones y colores puede atraer a aquellos que no deseen quedarse con un teléfono genérico en negro. Moto Maker, según lo que nos dijeron los ejecutivos de Motorola, sí estará disponible en México y el resto de América Latina, pero se sigue estudiando la manera de implementarlo. Por otro lado, la interfaz sencilla y el uso de comandos de voz son elementos que siguen nutriendo a este que, en definitiva, es el primer ensayo (exitoso) por tener un teléfono totalmente Google.