En los últimos meses, hemos presenciado una oleada de bocinas en forma de soundbar que pretenden mejorar la experiencia de audio. Sonos, Samsung y hasta Bose han entrado en este creciente mercado y ahora es el turno de Pioneer, compañía conocida por fabricar dispositivos de audio de calidad y que en esta ocasión ofrece con N700 una gran variedad de conectividad que es acompañada de un subwoofer inalámbrico.

Video Reseña

Diseño

El diseño de la pieza central del equipo es sencillo: se trata de una barra delgada cubierta de una malla de metal que deja ver una pantalla compuesta por varios LED en el centro. En la pantalla sólo se muestra la fuente de audio seleccionada y a sus lados se ubica una entrada de USB y otra de 3.5 mm. Además, en los costados de la N700 también se encuentran un par de salidas de aire y en la parte posterior, el resto de las conexiones.

La bocina del subwoofer está posicionada en la parte de abajo de un cajón delgado y alto, fabricado con madera y plástico, en cuyo centro se encuentra la característica salida de aire de este tipo de altavoces.

Conexiones y características

Quizá éste sea el apartado más interesante y conveniente del sistema de audio, pues incluye una gran variedad de conexiones que te permitirán escuchar el sonido casi desde cualquier fuente. En la parte frontal del equipo se encuentran 2 de las entradas principales, una de 3.5 mm para conectar tu smartphone o cualquier dispositivo que cuente con una salida tradicional de audífonos y una de USB.

Desafortunadamente, para acceder al menú que controla los archivos guardados, es necesario conectar el N700 a un televisor mediante HDMI, característica del equipo de la cual hablaremos más adelante.

En la parte trasera de la soundbar se ubica el resto de las conexiones: un puerto de Ethernet, 2 entradas para cable de fibra óptica, una salida de HDMI y otra para el receptor infrarrojo. El equipo también cuenta con Wi-Fi y Bluetooth ―ambos componentes internos― lo que significa que podrás conectar casi cualquier tipo de reproductor fácilmente, desde un smatphone o un Blu-ray hasta un repositorio de música almacenada en la red, a la que se accede por medio de la entrada de Ethernet o la conexión Wi-Fi direct.

Interfaz

Aquí señalaré uno de los puntos negativos del sistema: para tener acceso a una parte importante de la interfaz se requiere conectar el equipo a un televisor mediante un cable HDMI. Esto se debe a que el menú de configuración avanzada sólo está disponible de esta manera, y dado que la barra de sonido no incluye una entrada de video, deberás cambiar la fuente desde tu TV cada vez que quieras configurar opciones básicas de la bocina ―por ejemplo, la ecualización o la presencia de sonido envolvente―, aspecto que resulta incómodo.

La salida HDMI no sólo sirve para esto, pues también podrás ver videos de YouTube desde el N700, aunque en nuestra experiencia, el contenido HD se trabó y presentó interrupciones. No fue así al acceder a videos con calidad estándar. La navegación en esta zona de la interfaz se lleva a cabo en un teclado virtual que se maneja mediante el control remoto, así que buena suerte al buscar Koyaanisqatsi.

Sonido

Este es el punto más débil de N700. La presencia de un subwoofer inalámbrico parecería indicar que el sonido sería superior, pero el equipo no separa efectivamente los sonidos graves de los agudos, de manera que el subwoofer reproduce todos los que llegan a él sin importar su frecuencia, lo que da como resultado un sonido amortiguado, poco claro, confuso y a veces, molesto. Los diálogos se pierden en el fondo y son difíciles de distinguir. El mando a distancia cuenta con un control de volumen para el subwoofer, el cual usé frecuentemente, pues en algunas situaciones los graves son excesivos y en otras casi inexistentes.

La música no se libra de este defecto y solo ciertos estilos se escuchan bien, por ejemplo, la electrónica. En contraste, la música clásica se escucha apagada y sin vivacidad, mientras que el pop y el rock varían de acuerdo con su producción.

Más que un problema en la calidad de los componentes, la falta en la claridad del sonido parece ser más de configuración de ecualización de fábrica, lo que podría arreglarse fácilmente si el equipo lo permitiera, sin embargo, sólo cuenta con 4 opciones de audio (música, películas, juegos y apagado), de manera que no podrás ajustar el sonido de acuerdo con el entorno en el que te encuentres. Por supuesto, podrás modificar la ecualización desde la fuente, pero esto resulta una tarea laboriosa y frustrante.

La construcción del subwoofer también deja mucho que desear, pues al escuchar frecuencias muy graves a un volumen alto, el aro de la bocina choca con la madera del cajón, lo que da como resultado un sonido de vibración molesto que arruina parte de la experiencia. Esta falla es una pena, pues la calidad de los agudos y medios provenientes de la barra en sí es buena, pero es opacada por el sonido en general. Aunque cabe destacar que, al igual que con cualquier sistema de sonido, tras escuchar el equipo durante mucho tiempo, terminamos por acostumbrarnos a su desempeño.

Veredicto

La decisión de comprar este equipo depende, en gran medida, de lo que estés buscando. Si lo que quieres es una gran variedad de conexiones y facilidad de uso sin importar el sonido, esta podría ser una opción interesante. Sin embargo, si buscas un equipo de audio que ofrezca claridad y profundidad de reproducción, hay mejores productos en el mercado, sobre todo si consideramos que su precio ronda los $8999 MXN.