Para muchos fabricantes ya es una tendencia lanzar múltiples variantes de sus dispositivos, en especial cuando se trata de tablets. En ese respecto, Samsung no tiene comparación, pero a diferencia del célebre autor de la línea Galaxy, LG trata de ofrecer con la G Pad una identidad única, valiéndose en inicio de una combinación de diseño atractivo y precio muy accesible.
El objetivo de LG, de acuerdo con su director general, Jong-seok Park, es mantener la calidad del G2 —y el recién lanzado G3— tanto en desempeño como en valores de producción. Así, la G Pad presenta una estructura fabricada en aluminio cepillado y algunos elementos en policarbonato de alta resistencia que, combinados, dan una apariencia muy similar a la familia iPad, con la peculiar distinción de que en lugar de favorecer el color plateado, LG propone 5 opciones cromáticas: negro, blanco, rojo, anaranjado y azul. La promesa es que los 3 modelos son de forma ergonómica, muy cómoda para cualquier tamaño de manos, además de que cada uno es más ligero que el promedio de su categoría.
Respecto a dimensiones, mientras que las 3 alternativas se distinguen por el tamaño de su pantalla, de 7", 8" y 10.1", los componentes internos son los mismos. Es decir, todas tienen una resolución de 1200 × 800 pixeles, procesador Snapdragon 400 de 4 núcleos a 1.2 GHz, 1 GB en RAM, cámara de 5 megapixeles y 16 GB de almacenamiento. Asimismo, comparten una interesante característica que permite recibir llamadas, denominada QPair 2.0, usando como intermediario al teléfono; podría considerarse un gimmick, pero al menos es ideal para los que prefieren poner atención a un solo dispositivo, además de que LG liberó el código con el fin de que otras aplicaciones tomen ventaja de la comunicación para controlar funciones del teléfono de manera remota desde la tablet.
El problema de presentar igual resolución de pantalla significa que el modelo pequeño es superior que el de mayor tamaño, pues tiene más saturación de pixeles, pero esa disparidad se compensa con las diferencias en la batería, pues la G Pad de 10.1 pulgadas cuenta con 8000 mAh, en tanto la de 7" está dotada de una pila de 4000 mAh. En teoría, sin importar el modelo de G Pad, una carga energética completa alcanza para 7 horas de uso demandante, con el brillo de la pantalla al 80% y la conexión Wi-Fi activa.
Como ya es costumbre en los equipos de gama media y alta de LG, las G Pad incluyen la función KnockCode, una medida de seguridad que reconoce patrones muy específicos de toques sobre la pantalla para desbloquear el dispositivo. Adicionalmente, las tablets funcionan con teclado predictivo que se adapta a diferentes tamaños de teclas, además de la posibilidad de usar 2 aplicaciones en pantalla dividida.
La G Pad original de 8.3 pulgadas fue un ejemplo de calidad y diseño muy atractivo, con lo que deja un precedente difícil para este trío de sucesoras. A pesar de todo, las nuevas G Pad son bastante interesantes considerando que su enfoque es de gama media, al ofrecer capacidad suficiente, un diseño atractivo y un excelente precio. La de 7" pulgadas cuesta $149 USD, la de 8" está en $199 USD y la de 10.1" se ofrece por $249 USD.
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