La presentación del Galaxy S8 dejó pareció sugerir que la nueva tendencia será hacer equipos con bordes casi inexistentes para maximizar el tamaño útil de las pantallas sin aumentar el tamaño de los dispositivos. El nuevo Galaxy S8 y el Galaxy S8+ tienen un aspect ratio de 18.5:9 y 18:9, respectivamente, y aunque sus pantallas largas son parte importante de lo que hace que se vean tan geniales, también traerá problemas a la hora de ver videos con aspect ratio de 16:9, ya que deberán tener barras negras a los costados. Esto mismo puede suceder con las aplicaciones.
Para evitar esto, Google está tratando de convencer a los desarrolladores de que adapten sus aplicaciones al nuevo formato, para poder aprovechar al máximo el nuevo tamaño extendido de las pantallas de los smartphones que comenzarán a salir este año. Aparentemente, hacer el cambio es sencillo y los resultados hablan por si mismos.
De cualquier manera, habrá que ver si este nuevo formato realmente se volverá el estándar, ya que, aunque las pantallas largas ayudan a mantener los tamaños de los smartphones dentro de un rango aceptable para el usuario promedio, también son más propensas a quebrarse.
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