Oculus Rift fue uno de los primeros headsets de realidad virtual en ser anunciados, producidos y distribuidos, por lo que no sorprende que también sea uno de los más caros en la actualidad. Sin embargo, como en todos los mercados, una sobreoferta reduce los costos de venta y si la compañía quería seguir vendiendo, tenía que empezar a ofrecer más barato el producto.
Originalmente, el bundle que incluía el headset y los controles touch costaba cerca de $800 dólares, pero desde ya, el conjunto se vende en $598 dólares —aproximadamente $200 dólares menos—. Adicionalmente, los componentes por separado también redujeron su precio. El headset cuesta ahora $499 dólares y los controles, $99 dólares; ambos gadgets cuestan ahora $100 dólares menos. Finalmente, el sensor extra de Oculus cuesta ahora $59 dólares, $20 menos que antes.
'La misión de Oculus es llevar la realidad virtual al mercado de masas', comentó Jason Rubin, vicepresidente de contenido de Oculus en una entrevista. 'Hay 2 aspectos fundamentales en los cuales trabajar para lograr eso. El primero es generar más y mejor contenido, y el segundo es bajar los precios. Así es como la tecnología avanza; los precios se reducen para que más gente pueda comprarla'.
Definitivamente, los grandes ganadores con esta decisión son los consumidores. Con un precio considerablemente menor, más gente estará dispuesta a adquirir el dispositivo de realidad virtual. Además, este movimiento pone presión sobre otros fabricantes para que también reduzcan los precios de sus headsets si quieren seguir vendiendo.
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