Después de que el IPO de Snap hiciera historia, no sólo por haber sido el primer IPO de tecnología de 2017, sino también por haber subido hasta 44% sobre el valor inicial, el viernes, las acciones alcanzaron un nuevo máximo histórico para la compañía: 61% sobre el valor de las acciones cuando inició la oferta pública inicial.
El IPO de Snap ha sido el más grande desde que Alibaba se hizo público en 2014 y está sirviendo para que los inversionistas vuelvan a posar sus ojos sobre nuevas startups y a darse cuenta de que su percepción del mercado suele ser distinta de la realidad. En un principio casi nadie, al menos casi ningún inversionista privado, pensó que un servicio como Snapchat pudiera tener tanto potencial.
Y aunque Snap ha tenido un excelente inicio tras su IPO, el camino será largo y tortuoso, ya que, aunque su plataforma publicitaria sigue creciendo a pasos acelerados, la base de usuarios del servicio se ha estancado un poco y, con los ojos de la industria y de la comunidad financiera sobre ella, la empresa necesita demostrar que puede ser el nuevo Facebook y no el nuevo Twitter.
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