La Tierra es un planeta de agua: 70% de la superficie es líquida. Por supuesto, el gran problema es que gran parte del agua no se puede tomar: 95.6% del agua del planeta es oceánica, salada. Desalinizar el agua ya es una realidad, pero es un proceso muy costoso y poco eficiente. Por suerte, ahora todo podría ser más sencillo gracias a un ingeniero mexicano.
Jorge Lechuga Andrade es un ingeniero químico con más de 30 años de experiencia, quien tuvo la idea de crear un prototipo de máquina que pudiera desalinizar el agua a través de un proceso barato, eficiente y no perjudicial para el ambiente. Este ingeniero desarrolló su idea cuando estudiaba un doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña, lo que le sirvió para obtener el Premio Nacional del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos 2015.
Después de 2 años más de trabajo, Lechuga Andrade logró 3 innovaciones fundamentales sobre su idea: abaratar los consumos de energía, disminuir los costos de producción y generar la autolimpieza de las membranas que son la base de la desalinización. Después de tomar un curso de Teoría para la Resolución de Problemas Inventivos, al ingeniero se le ocurrió una gran idea que permitiría hacer el proceso de la máquina más eficiente: hacer que la membrana que recibe el agua a presión esté en constante movimiento. Así, el agua necesita menos presión para atravesarla, la membrana se ensucia menos y todo funciona mejor.
Ahora, Jorge Lechuga cuenta con la patente WO 2012108754 A2: "proceso para desalinización de agua por ósmosis inversa usando un filtro tipo centrífugo, con generación de vórtices de Dean". Por supuesto, es necesario hacer muchas pruebas más para poder después crear un prototipo funcional de la máquina. Sin embargo, es un gran avance en pos de aprovechar toda el agua de mar y acabar finalmente con los problemas de escasez que sufre el mundo en la actualidad. Puedes leer más a fondo sobre este nuevo proceso aquí.
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